General — 9 septiembre, 2012 at 7:54 am

El Alarde de Irún y Fuenterrabía: la locura contradictoria feminista y abertzale, al descubierto

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Imaginaos que al autor de «La Conspiración del Movimiento gay» se le ocurre denunciar al Desfile del Orgullo Gay por discriminatorio porque no dejan desfilar a hombres y mujeres cogidos de la mano. Pues voy a hablar de algo tan absurdo como esto.

En estos tiempos en los que Todo se volvió del revés han ocurrido cosas tan absurdas que, si no te las explica alguien que las vivió, eres incapaz de entenderlas.

Aquellos que vivan en España recordarán que hace unos años se lió una tremenda acerca de una tradición en los pueblos guipuzcoanos de Irún y Fuenterrabía porque «no dejaban desfilar a las mujeres».

Seguro que, como yo, no acabasteis de entender por qué los vecinos eran tan malos que no dejaban desfilar a las mujeres en ese desfile que conmemoraba no sé qué victoria sobre los franceses y que se celebra hoy mismo.

Hace una semana estuve por esas tierras y conocí a un vecino de Hondarribia (Fuenterrabía) que me aclaró todas las dudas.

Para empezar, el desfile del Alarde conmemora la victoria de los pueblos de Irún y Fuenterrabía como parte de España contra Francia, en 1813, en la invasión napoleónica, aunque hay quien hace retroceder la tradición a los siglos XVI y XVII, también con motivo de sendas batallas contra los franceses pero en cualquier caso, siempre como parte de España. De lo que no hay duda es que el Alarde conmemora estas milicias populares, consignadas por los fueros de estos ayuntamientos, y de las que formaban parte los hombres entre 16 y 65 años. Repito, los hombres de entre 16 y 65 años.

Da la casualidad de que son las y los feministas abertzales (nacionalistas vascos) quienes han montado todo este gran lío ¡POR QUERER DESFILAR EN UNA CONMEMORACIÓN DE UNA VICTORIA VASCO-ESPAÑOLA! ¿Puede haber algo más absurdo? Espérate, que sí es posible.

El desfile, como he dicho, conmemora la victoria de las tropas de esas localidades, integradas en aquel tiempo, evidentemente, por hombres, de ahí que desde entonces (1813, o antes) la conmemoración consiste en que los hombres del pueblo se visten de época para desfilar, precedidos por una mujer, que es la cantinera.

A uno le podrán gustar más o menos las tradiciones, pero la de Irún y Fuenterrabía es esa.

Bueno, pues las feministas abertzales (o, más bien, quienes las dirigen desde más arriba) iniciaron una campaña
«igualitaria»en 1998 para que las dejaran desfilar con los hombres, contra la opinión del 90% de los vecinos de esos pueblos, incluidas, sobre todo, las propias mujeres. (Algo que nos han censurado los medios de comunicación).

Tanto es así que las mujeres de Fuenterrabía se dan la vuelta cuando pasa la compañía feminista, en señal de repulsa a este boicoteo de la tradición, e incluso, han levantado una tela negra algunos años. Es decir, que no hay una batalla entre hombres y mujeres como nos contaron, sino entre quienes respetan la tradición y los que no. ¡Pero es que los «abertzales» son supuestamente los defensores de las tradiciones del Pueblo Vasco! ¡Vaya lío, no?
¡Ah, vale! ¡Es que cuando las tradiciones vascas remiten a su pasado como parte de España, no valen…! ¡Por eso hay que sabotearlas!

La presión de los medios de comunicación (que manipularon la información para que no entendiéramos el trasfondo de la noticia-bandera falsa) hizo que tuvieran que admitir a estas boicoteadoras, pero al final, los vecinos de Fuenterrabía se las han ingeniado para esquivarlas.

En los últimos años, el ayuntamiento «privatizó» el desfile, de manera que ahora hay dos desfiles: el auténtico y el impostor.
PD: Resalto el año en el que esta reivindicación manipulada comenzó (1998) porque fue el anterior al del comienzo de la Ingeniería Social de la Violencia de Género. ¿Casualidad?
PD 2: Otros cotilleos de los que me he enterado en esta última visita a Guipuzcoa es que el ayuntamiento de la izquierda abertzale en Donosti-San Sebastian ha puesto en el programa de fiestas sólo música tradicional, lo que ha hecho que la juventud se ponga en su contra, pues querían rock. ¡Al final, se vuelven tan conservadores como los fachas!
PD 3: También os va a hacer gracia esta anécdota sucedida en San Sebastián, tras la victoria de España en la pasada Eurocopa. Unos chicos que lo celebraban con la bandera de España se encuentran con un asesor del alcalde, que ha sido parte del entorno de ETA, Josechu Ibazeta. Es decir, que es un alto cargo público actualmente. Los chicos, que hablan euskera, le encaran diciendo «Qué pasa, soldado» cuando éste, al verles con la bandera, les suelta «Viva ETA militar». Lo graban y al día siguiente tiene que dimitir.
Es decir, que el hablar euskera hoy día ya no es sinónimo de ser independentista. Y lo digo porque LA LENGUA ha sido el ideal sobre el que han querido construir la noción de nación: ahora resulta que hay euskaldunes que se sienten partícipes de la UNIÓN DE LOS PUEBLOS IBÉRICOS.
Ved la escena porque es curiosa.