Arte, General — 16 marzo, 2013 at 7:32 pm

Con todos vosotros, «El Muro» de Pink Floyd: hoy, más necesaria que hace 30 años

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Sin duda, es la película que marca a mi generación, la Generación X: la película de referencia, el lugar donde los heavys, punks, hippies, rockeros e incluso pijos, confluíamos.
A pesar de haberla visto unas tres veces en aquellos locos años ochenta, tenía una asignatura pendiente con ella puesto que siempre la veíamos con demasiados porros y cervezas encima, y me acababa perdiendo (aparte que creo recordar que la teníamos sin subtítulos). ¡Mis amigos: Mario, Palomo, el Hippy, Rosique, Salva, el Rubio, Santi, Rubi…! ¡Uff, qué nostalgia!
Tres décadas después de su estreno, «El Muro» de Pink Floyd, la ópera rock por excelencia, es más actual que nunca. No sólo es que su mensaje antisistema esté hoy de plena actualidad, sino que, formal y musicalmente, la película ha envejecido como un vino Vega Sicilia: las canciones suenan poderosísimas y ¡las animaciones han aguantado 30 años de progreso tecnológico estupendamente!
Es decir, El Muro de Pink Floyd se adelantó a su tiempo, fue visionaria. Mis queridos Mario, Palomo, el Hippy, Rosique, Salva, Luismi, Santi y Rubi: acertamos, el mundo en el que nos querían meter era esa mierda del cual el mítico grupo nos avisaba.
Pero es que, hoy, décadas después de haberla visto por primera vez, evidentemente, he captado muchas otras cosas que entonces, con 18 o 19 años, se me escaparon: a la ya clásica denuncia del sistema educativo de la mítica «Another brick in the wall», hay otros temas que en su día no capté.
El personaje interpretado por Bog Geldof (la vida de Roger Waters) pierde a su padre en la guerra y ello le ocasiona una carencia que le lastrará en su relación con las mujeres (¿os suena?), unido a una madre castradora (¿os suena) que acabará creando una persona depresiva, incapaz de comunicarse y, finalmente, adicto a las drogas. ¡Un aluvión de los arquetipos de nuestra sociedad moderna! ¡Tremendo!
Sin duda influido por La Naranja Mecánica (de Kubrick), la película contiene mucha violencia que a mí me sobra, aunque es un reflejo de la época en que fue hecha, en la que, entre otras cosas, se pensaba que la dictadura llegaría de un fascismo clásico y no de un hedonismo exacerbado como a la postre ha sucedido.
Mucha atención a cómo muestra las consecuencias del desamor y la guerra de sexos.
Como curiosidad, en la película Geldof se convierte en el «líder fascista» tras superar su adicción a las drogas. En la vida real, después de protagonizar esta película, el propio Geldof se convertiría en líder de los diferentes conciertos de ayuda a Africa, que fueron un hito de la Ingeniería Social y la manipulación de las masas, hasta el punto en que su nombre sonaría, junto a su colega Bono, ¡para dirigir el Banco Mundial!
O sea, que El Muro sí fue profética, pero no en el sentido en que Roger Waters imaginaba…
Si le dáis a la «cajita con rayitas de abajo, a la izquierda», podréis leer los subtítulos, casi imprescindibles para entender la película.
PD: Acojonante: publico esta noticia y enciendo la tele (en casa de mi madre); tras un corto «zapping» me quedo en un canal donde ponen balonmano y, en un parón, suena casi ipso facto ¡»El muro» de Pink Floyd! Han pasado veinte segundos escasos desde que publiqué la noticia. ¡Cuántas posibilidades había de que ocurriera?