General, Historia oculta — 13 marzo, 2014 at 11:28 am

José, ministro del Faraón, y Josefo, ministro del Emperador romano: vidas paralelas… sorprendentemente

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-José, hijo de Jacob-Israel y nieto de Abraham fue vendido por sus propios hermanos como esclavo al Faraón egipcio, donde, después de pasar un tiempo en la cárcel y conocer a dos conspiradores, se convertiría en el psicoanalista del Rey (interpretaba sus sueños) y más tarde en su ministro de Hacienda, después de manipular el precio del cereal… gracias a que tuvo una «visión» de que iba a haber una sequía y se le ocurrió almacenarlo.
-Muchos siglos después, otro judío, también de casta real (macabea) y también llamado Josefo, fue capturado por los romanos porque lideró una sublevación justo a la muerte de Jesús y, ¡CASUALMENTE, también se convierte en asesor del Rey, en este caso, Emperador romano!
-José se casaría con la hija del sumo sacerdote Putifera (abuelo de Akenatón) y Josefo se convertiría en parte del linaje real romano, que él mismo contribuiría a fundar, pasándose a llamar Flavio Josefo. Justo después de la llegada de Josefo a Roma donde pasó MILAGROSAMENTE de reo a Primer Ministro se produce el incendio de Roma atribuido a los cristianos. Ummm….
-Muchos siglos antes, un bebé judío llamado Moisés, familiar del mencionado José, llegó a formar parte de la casta real egipcia, gracias a que fue recogido del Nilo por una princesa. De repente, el tal Moisés se da cuenta de que es un hebreo y de las malas condiciones de vida de sus hermanos. Y entonces, Yahvé su dios, desata unas plagas sobre Egipto que consiguen hacer que el Faraón envíe a los hebreos a la conquista de Canáan, en cuyo viaje el propio Moisés (criado como un faraón, no lo olvidemos) FUNDARÁ LA RELIGIÓN JUDÍA (o, más bien, levita habría que decir) al lado de su hermano Aarón, al que unge como Pontífice, colocándole la TIARA (el símbolo egipcio del Sumo Sacerdote) y al que posteriormente mataría en el Monte Hor, en sacrificio a Yahvé y colocando a su hijo Eliazar como su sucesor.
Muchos siglos más tarde, el judío Macabeo Josefo fundaría la dinastía romana Flavia, uno de cuyos descendientes (Constantino) posteriormente adoptaría la religión cristiana (a los que habían perseguido anteriormente, recuerda) y la colocaría como religión de estado, y con la que comenzarían guerras de conquista para extenderla por todo el mundo. El símbolo colocado al Sumo Pontífice es el mismo con el que Moisés ungió a Aarón, y el mismo con el que eran ungidos los Faraones: la tiara faraónica/papal.
Cuatrocientos años después de que el cristianismo se convirtiera en religión del Imperio Romano (los mismos que pasaron desde que José fue asesor del Faraón y se casó con la hija del Sumo Sacerdote, y cuando enviaron a los judíos a la conquista de Canaán-Jerusalén), una logia conocida como la Orden del Templo del Rey Salomón, a instancias del Sumo Pontífice y con la excusa de que estaba sucediendo un «holocausto» de cristianos en Tierra Santa, lanzan una cruzada para conquistar Jerusalén. De aquella expedición y la siguiente, que ocurriría doscientos años después, nacería una logia conocida como «masonería», cuyo Gran Maestro es el constructor del Templo de Salomón (Hirán) y que se puede considerar una religión (sin dios) que se acabaría imponiendo en todos los países considerados cristianos.
A su vez, muchos siglos después, un nuevo «holocausto o sacrificio a Yahvé» (de judíos) sería el pretexto para organizar la Tercera Cruzada… para conquistar Jerusalén y reconquistar el Templo del Rey Salomón sobre la montaña donde supuestamente Yahvé ordenó a Abraham sacrificar a Isaac, padre de la nación judía.
No me digáis que no es interesante (y curioso) la cantidad de sincronías…
PD: Hay quien dice que José fue contemporáneo de Akenatón, el monarca egipcio que se hizo monoteísta. Las fechas se quedan cerca. A favor de esta tesis, está que Egipto fue invadido y gobernado durante esos siglos por los «hicsos», un pueblo de pastores que venía de… Canaán. En los días de Akenatón algunos reyes cananeos le mandan al Faraón las famosas cartas de Amarna quejándose de las correrías de un grupo al que llaman “habirú” que bien podrían ser los «hibru», «hebreos».
Hipótesis: los hicsos eran los hebreos, que se infiltraron dentro de Egipto y se acabaron quedando con la corona (José, casado con la hija de un sumo sacerdote y más tarde su familiar Moisés). Su casta dirigente organizó la opresión de los judíos para exhortarles a la conquista de Canaán, como harían en 1945 después de Cristo con la historia del holocausto.
P2: Tanto la religión judía como la religión cristiana y la «religión» masónica comparten algunas significativas coincidencias. Las tres nacen del asesinato de su fundador. Aarón, el primer Sumo Pontífice de los judíos; Jesucristo, Hijo de Dios para los cristianos; Jacques de Molay, jefe de los templarios, padre de los masones.
A su vez, cada uno de ellos es asesinado por un alto miembro de la anterior religión: Moisés (de familia faraónica) mata a Aarón, primer pontífice judío; El Gran Sanedrín judío mata a Jesucristo, padre de los cristianos y la Iglesia Vaticana ordena matar a Jacques Molay, «padre» de los masones. (A su vez, supuestamente los masones descienden del asesinato de su maestro, Hirán, constructor del templo de Salomón, ¡por parte de otros masones! porque no quería revelar la clave secreta).
En definitiva, toda religión se funda mediante un martirio.
Y, para más inri, después de cada uno de esos asesinatos, el ejecutor de ese profeta ¡es quien pasa a gobernar sobre la religión que se genera!; Moisés sobre los judíos; los descendientes del levita Josefo (Flavios) sobre el cristianismo, la Iglesia Vaticana, sobre los templarios (véase relación entre el estado templario de Suiza, que guarda el Vaticano) y los Iluminati, sobre los masones.
¡No me digáis que no es curioso!
PD: Mi opinión, por pura intuición conspiranoica, es que fue el propio Salomón quien ordenó el asesinato de Hirán: ¿quién si no, estaba capacitado para asesinar a un brujo de tal nivel? ¡Un brujo mayor! ¡Quería que con él muriera el secreto del Templo de Salomón! La Orden del Templo del Rey Salomón, herederos  de ese crimen, continúan con ese protocolo…