Tengo una noticia buena y otra mala.
La buena es que ya tenemos una «hoja de ruta» hacia el Nuevo Sistema Monetario.
La mala es que con toda probabilidad no veremos los cambios hasta el año que viene.
Diversos medios de comunicación rusos están afirmando que el nuevo Banco de Desarrollo del BRICS estará operativo este mes de julio, aunque otras fuentes afirman que será en el 2015 cuando las instituciones alternativas al Banco Mundial y el FMI estén plenamente en funcionamiento.
Como sabéis, el gran obstáculo para ello son las propias redes y protocolos por las que se produce el intercambio de divisas (Internet) que en su inicio (y ahora) fue una red montada por el ejército norteamericano (ARPANET). China, Rusia y Brasil están tejiendo su propia red alternativa y parece que no estará lista hasta finales del año que viene.
Que la cosa va en serio da buena prueba que el Parlamento ruso ya ha firmado la orden para poner en funcionamiento un sistema alternativo a Visa y Mastercard de pago con tarjeta. Imagino que «correrá» por una red interna rusa, aunque si desarrollan el protocolo de pago será señal de que ya cuentan con la tecnología y sólo les faltará la red (la Internet alternativa). Estamos viendo, pues, la NACIONALIZACIÓN del intercambio de dinero: ¿para qué necesitamos a los bancos si únicamente gestionan sistemas informáticos? ¡Los hace el gobierno y punto!!
Otra señal de que ya estamos viviendo los prolegómenos del ansiado cambio es que el distrito finaciero de Frankfurt (el verdadero poder en Europa) ya está emitiendo bonos en función de la divisa china yuang: lo que certifica que, de hecho, el dólar ha dejado de ser la única divisa internacional de referencia.
Evidentemente, el conflicto en Ucrania va a marcar el punto de inflexión entre el Viejo Orden sionista representado por la OTAN y el emerger de un nuevo mundo: si en los próximos días Rusia logra hacerse con el control de las provincias rusoparlantes ucranianas, el poder de la Unión Europea y Estados Unidos caerá en picado, pues será la prueba de que ya ni el poder militar (ni mediático) acaparan. El poder de las novísimas armas rusas de paralización de las telecomunicaciones, que publiqué ayer, es lo que más tranquilidad nos debe dar.
Ahí es cuando empezaremos a ver a muchos cambiarse de bando, como de hecho ya está sucediendo en el caso de Bahrein y otros emiratos del Golfo Pérsico. De momento, tras la reconquista de Homs, Siria está a punto de decir adiós a la invasión sionista, propinándole otra severa derrota al sionismo internacional.
En su último informe, Benjamin Fulford coincide en que Ucrania va a ser la tumba del Nuevo Orden Mundial y habla de conversaciones entre patriotas de la CIA con representantes rusos en Islandia para preparar el ansiado reseteo del sistema monetario, aunque, como un servidor, Fulford empieza a desconfiar de que ese cambio vaya a producirse «de repente» y es más probable que suceda gradualmente.
De cualquier modo, el previsible crack del Imperio si es derrotado en Ucrania repercutirá en una debilidad que hará posible los movimientos de los disidentes en Estados Unidos.
Es evidente que los pasos que dén los chinos y los rusos tendrán que estar coordinados con los disidentes norteamericanos, las pruebas de que es la CIA quien dirige a los golpistas ucranianos han ido apareciendo en los últimos días, al recoger los cadáveres de los helicópteros ucranianos derribados por una facción dididente del propio ejército.
Seguidamente, os vuelvo a poner el vídeo que emocionó sobre Ucrania, y que me equivoqué al colocar el código.
