Política actual — 29 julio, 2014 at 9:30 am

La familia Pujol y el Barça, acechados por el fisco español para paralizar la independencia catalana

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Hace tiempo que vengo comentando con mis amigos más íntimos que las inquisiciones de la hacienda española sobre las cuentas del fichaje de Neymar y la tributación de Messi formaban parte de una estrategia, muy inteligente, para minar el proceso independentista catalán.
Está claro que los agujeros fiscales de todos los clubes españoles son clamorosos, y el hecho de que, de repente, se focalicen en el «buque insignia» del catalanismo respondía a una estrategia, como digo muy inteligente, para minar el Barça y, de rebote, el proceso independentista.
Porque el éxito del Barça es parte importantísima del sentimiento catalán de su autoimportancia. Un Barça en horas bajas, baja la moral catalanista, a la vez.
El tremendo golpe que la Hacienda española está propinando al cacique catalán que ha generado el proceso independentista, por medio de la educación paranoica inculcada a los catalanes que hoy tienen menos de 40 años y son la base electoral de ERC, está, sin duda alguna, coordinado, y van a minar todavía más ese proceso, asimilando «Independencia» con «Corrupción». El silogismo psicoanalítico es bien sencillo:
-Si la familia Pujol son unos corruptos y
-La familia Pujol ha pilotado el proceso independentista
-El proceso independentista es corrupto.
Por supuesto, al igual que el PSOE, el PSC y tantos partidos que, de la noche a la mañana, están cambiando a toda su cúpula y sustituýendola por «yogurines», Convergencia Democrática de Catalunya está haciendo lo propio, y se está aprestando a renunciar a la «herencia Pujol» pero con la particularidad de que su presente (Artur Mas) es pujolista.
El mensaje para CDC es bien claro: «o bien os descolgáis del proceso independentista o sacaremos escándalos de corrupción que lleguen hasta… Artur Mas».
Para los que contemplamos la realidad política desde la «no dualidad New Age», la situación se presenta tremendamente divertida porque, evidentemente, los catalanistas tienen medios de comunicación para contraatacar y, seguramente, información, particularmente con las conexiones del ex Príncipe Felipe con el caso Urdangarín (recordad que el marido de la infanta residía en Barcelona).
Así pues, nos esperan unos tres meses finales hasta el anunciado referéndum muy divertidos y plagados de escándalos y mensajes subliminales entre la clase política de Madrid y Barcelona.
PD: Mucha atención porque la familia Pujol compró las sedes del diario El País, por lo que alguna corruptela le podría salpicar al periódico del Club Bilderberg.
PD 2: Voilá: el banquero de la familia Pujol es directivo del Barça. Diario ABC, hoy mismo.