Política actual — 16 septiembre, 2014 at 10:06 am

La comisión del Congreso que investiga el ataque de bandera falsa de Bengasi se reúne mañana miércoles… ¡Con material!

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La principal queja de los escépticos respecto al «reseteo global» estriba en «cómo van a obligar los buenos a que Obama firme esa acción que acabaría con el poder de los sionistas».
La respuesta a esa pregunta es: a través de los asuntos de corrupción, y uno de los más claros actualmente es el ataque de bandera falsa contra el consulado norteamericano en Bengasi, Libia, en el que murió el cónsul Stevens.
Ante el ominoso silencio de los medios de comunicación, mañana miércoles se abrirán las sesiones de la comisión del parlamento norteamericano que investiga esos hechos acaecidos ¡el 11-S del 2012!, apoyada por el senador jefe de los republicanos Jim Inhofe.
Hace apenas una semana, aparecían tres guardias de seguridad contratados por la CIA para proteger el consulado, denunciando que el jefe de la agencia les ordenó no defenderla, unos testigos que también aparecen en el libro que asistente del fiscal de Nueva York Andrew McCarthy ha escrito sobre el tema y que, curiosamente, se publica también en estos días previos a la comisión. Tanto Petraus (jefe de la CIA en aquel momento), Hillary Clinton (secretaria de Estado) y Obama (presidente) deberán responder ante el Parlamento sobre la dejación de su funciones para proteger esta embajada… y lo que allí sucedía, pues desde ese lugar se estaban fletando armas, nada más y nada menos, que para el hoy enemigo ISIS/Califato islámico, en Siria.
El libro del ayudante del fiscal revela como Clinton y Petraeus armaron a los islamistas en Siria y Libia.
Las nulas medidas de seguridad en el consulado eran para no atraer la atención; la secretaria de estado denegó el uso de las fuerzas de defensa rápida que hubieran salvado la vida del cónsul; existen emails que prueban que Hillary Clinton fue informada de los problemas de seguridad que envolvían al consulado y se abstuvo de intervenir.