Me hace mucha gracia escuchar cómo se rasgan las vestiduras los periodistas españoles (y la gente en general) ahora que los asuntos de corrupción están saliendo a borbotones.
Y me hace mucha gracia porque, primero, todo el mundo sabía que esto existía desde hace veinte años y, segundo, porque ahora parecemos extrañarnos de que los políticos mientan… ¡Cuando la mayor parte de la gente no cree en la Verdad!
Hay una frase por ahí que dice que «cada pueblo tiene los gobernantes que se merecen» y creo que ahora la puedo explicar con claridad.
La gente se queja de la mentira en la que ha vivido escuchando en la tele a estos políticos aparentar ser unos ángeles al tiempo que robaban a manos llenas mientras ellos mismos, los que les critican, desprecian la verdad, no cumplen con su palabra y juegan el juego de la apariencia y la falsedad en su vida diaria. O sea, que la frase antes mencionada quiere decir: «la calidad de los gobernantes está acorde con la calidad de los valores del pueblo que representan». Una Civilización que no distingue el bien del mal ni valora la honestidad ni la sabiduría, ¿qué tipo de gobernantes tendrá? Obviamente: ¡corruptos e ignorantes!
Pero no sólo este tipo de gente sin valores es responsable de la corrupción de las costumbres que nos ha llevado a este agujero.
También son responsables aquellos que los han pervertido.
Por ejemplo, la izquierda ha pervertido el valor de la igualdad, elevándolo a la altura de una religión, haciendo que diera igual ser honrado que un ladrón, que la opinión del sabio valiera igual que la del ignorante, una mujer digna que una prostituta, ser un mentiroso que una persona sincera. ¡Con qué cara vas a exigirle a un corrupto que diga la verdad si tú no crees en ella! ¡Cómo vamos a extrañarnos del engaño generalizado en el que vivimos si elevamos a los actores a la categoría de dioses! ¡Si hasta el código penal contempla que uno mienta para salvarse! ¡La Ley está corrompida desde sus cimientos! Obviamente, si no creemos en que las mejores personas tienen que estar en los cargos de mayor responsabilidad, dejamos paso libre a las más viles, que por supuesto no tendrán ningún reparo en dejar cadáveres a su lado para llegar a lo más alto. En el momento en que el Bien deja de operar, el Mal se hace con el Poder; y si la gente, en su conjunto, no cree en el Bien y piensa que «todo da igual»… «Apaga y vámonos».
¡Por Dios! (os digo esto casi que con lágrimas en los ojos): ¡Cómo cojones vamos a quejarnos de que nos hayan robado el país a base de mezclar el fruto de nuestro trabajo con el timo del dinero-deuda, inexistente, SI NO CREEMOS EN LA EXISTENCIA DE UNA REALIDAD OBJETIVA! (Todo está en la mente de uno, según el señor Corbera). ¡Con razón salen negando los hechos delictivos una y otra vez los políticos a los que se les pilla «de marrón»! ¡Piensan lo mismo que los lectores del Curso de Milagros! ¡’No se puede juzgar y todo está en la mente’!, ¿recuerdas? ¡Me autoengaño diciendo a mi mente que no he robado y asunto arreglao!
Hoy la gente se rasga las vestiduras sobre los pedazos de ladrones que nos han robado el país mientras mantienen económicamente a gurús que les calman la conciencia a base de decirles que no existe la verdad, que es un pecado discriminar el bien del mal (juzgar), que hay que abrazar «tu oscuridad» en lugar de corregirla y no recaer en tus errores y que, en fin y sobre todo, lo importante es uno mismo y no hay que tener el menor cuidado sobre las consecuencias de nuestros actos sobre los demás (todo está en la mente, recuerda). Así pues, todas esas personas que militan en la New Age con estos mismos argumentos han de saber que SUS PRINCIPIOS MORALES SON LOS MISMOS QUE LOS DE LOS POLÍTICOS CORRUPTOS. Es decir, que son corresponsables morales de la corrupción.
Yo creo que una de las razones por las cuales no existe un verdadero estallido social es porque una buena parte de la población se siente sin armas MORALES para recriminar nada a los corruptos porque, a un nivel ético, ellos mismos han funcionado con los mismos valores.
¿O qué os creéis? Los políticos que roban y mienten piensan con algunos valores new age heredados de Alistair Crowley («haz lo que te dé la gana); es decir, ¡sin valor alguno!
Así pues, si te preguntas cómo saldremos de este agujero MORAL en el que el Planeta está metido, la solución es relativamente sencilla.
La Humanidad tiene que rearmarse MORALMENTE, es decir, volviendo a discriminar el Bien del Mal. Sólo cuando sepamos colocar los valores de acuerdo a su jerarquía natural (es decir, con la Verdad y la Justicia por encima de todos) podremos cambiar el rumbo que ahora mismo lleva la sociedad, porque con los mismos valores, los resultados serán los mismos, vengan los que vengan. Cuando una gran parte de la población decida volver a funcionar con unos valores realmente HUMANOS, y no con los de los VAMPIROS, entonces, las cosas cambiarán. Mientras tanto, olvidaos de Podemos ni de ningún grupo antisistema similar porque SON RELATIVISTAS, ¡igual que los partidos políticos actuales! Con iguales mimbres morales, el resultado será igual de catastrófico.
¡Ah! Por si no lo recordáis; la Igualdad es un valor RELATIVO. Es decir, que ser iguales ante la ley es un valor (siempre que a su vez seamos auténticos y no mintamos ni aparentemos lo que no somos), pero igualar a los que son diferentes por naturaleza es opresión, como por ejemplo no respetar las peculiaridades de los individuos ni entre los sexos; algo negativo.
Recuerda: la igualdad no siempre es algo bueno. La Verdad y la Justicia, sí.
PD: Una puntualización necesaria. La humanidad no ha prescindido de lo más valioso (sus valores) por gusto sino porque los emisores del dinero así lo que han prescrito. La pérdida de la sinceridad, la lealtad y la honradez ha sido consecuencia de que esos valores están prohibidos no sólo para escalar en las empresas y la vida pública si no que, al contrario, aquel que dice la Verdad es marginado por completo por los detentadores del dinero. Ellos, los malos, son quienes han impuesto sus valores a la gente; quienes nos han robado lo más preciado.
