Arte — 1 noviembre, 2014 at 9:23 pm

Homenaje a Vinicus de Moraes: uno de los creadores de la bossa nova y personaje donde los haya

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El cambio de siglo quedará en mi memoria marcado por el disco de Buena Vista Social Club, el «Desaparecido» de Manu Chao y la maravillosa grabación de Vinicus de Moraes, con Toquinho, Maria Bethania y María Creuza, en La Fusa bonaerense.
A mí me pasó ese disco un brasileño que me dio clases de portugués durante unos meses. Recuerdo que me llevaba la cinta que grabé a todos mis viajes en coche y que, una vez superados los prejuicios de mis amigos rockeros hacia la música brasileña, quedaban embriagados con aquellas canciones, con lo que se desprendía de ellas. Recuerdo en particular un viaje a Cádiz una Semana Santa escuchando esas canciones y experimentar un pequeño paraíso.
El asunto es que yo pensaba que había descubierto una joya pero resultó que conforme viajaba a diferentes países y estaba en diferentes casas ¡me encontraba el mismo disco sonando!
Fue algo muy extraño porque, como digo, no era un disco actual, sino que se grabó en los años setenta (creo).
Sólo se me ocurre una manera de explicar este fenómeno: la Humanidad necesitaba ese disco; nos teníamos que preparar con esa relajación ¡para la locura que nos iba a llegar!
Con el paso del tiempo, leí cosas sobre el «poeta y ex diplomata» (diplomático) Vinicius de Moraes y me di cuenta de que sólo un individuo sin igual, un auténtico personaje, pudo ingeniar esas evocadoras canciones como La Garota de Ipanema y la Tarde en Itapoá que corren por las moléculas de tantos seres humanos del Planeta Tierra.
Por eso, cuando hace años se anunció el documental sobre su vida, se me alumbró el deseo de verlo y mi deseo se vio cumplido ¡cuando me lo pusieron en el «menú» de vídeos durante un viaje a Colombia (si mal no recuerdo).
Este vídeo es, sencillamente, irrepetible. Un pedazo de historia que encantará a todo aquel que le interese saber cómo se crean las músicas, pues Vinicius, junto a Tom Jobim y Badem Powell, pasan por ser los inventores de la bossa nova. Y, encima, con la agitada vida del juerguista de Vinicius pues… ¡para qué os voy a contar!
Un auténtico regalo.