Media — 1 diciembre, 2014 at 9:21 pm

Ataques de «bandera falsa» en el fútbol español para eclipsar el escándalo de los partidos amañados: Gaby, a punto de ser apartado

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¡Qué casualidad, que después de años y años sin que hubiera peleas entre los hinchas españoles se desencadenen unos absurdos disturbios entre hinchas del ATLÉTICO DE MADRID y el Deportivo de la Coruña este pasado fin de semana!
¿Que por qué destaco el nombre del club madrileño?
Pues porque su capitán y buque insignia, Gaby, forma parte de los inculpados en la compra-venta de un partido entre el Zaragoza y el Levante, cuando jugaba en el equipo mañico. Todo indica que esa investigación va a acabar con la carrera del mediocampista y, al mismo tiempo, va a sacar a flote la putrefacta realidad por debajo de este negocio millonario y gigantesco ejercicio de control mental sobre la población. A los pocos días de comenzar a airearse las investigaciones de la fiscalía española, otro ex peso pesado del Atleti, el portugués Futre, afirmó que Jesús Gil le ordenó que se dejaran ganar un partido contra el Español, cuando este equipo se jugaba la permanencia. Es decir: se estaba perfilando otra «tendencia mediática» como la corrupción entre la clase política o los abusos sexuales dentro de la industria del espectáculo.
Tan sólo unos días después de ese segurísimo «ataque de bandera falsa» (promovido por los presidentes de los equipos para desviar la atención) se desencadenan nuevos ataques en Sevilla.
De esta manera, la atención de los «futboleros» se desvía, inteligentemente, a un foco diferente al que realmente importa: la liga de fútbol se amaña. Y por cómo han reaccionado los presidentes tapando esta compraventa de partidos, podéis estar seguros que el partido investigado es sólo la punta del iceberg.
Al constatar que estos dos hechos se producen en el mismo «momentum mediático», podemos interpretar estos actos vandálicos como un mensaje de los presidentes de fútbol a la fiscalía, advirtiéndole de que si continúa investigando la corrupción en el mundo del fútbol, éstos generarán caos y violencia en las calles, a través de sus marionetas, los hinchas «radicales». Esa es la realidad que está detrás de esa súbita oleada de violencia, que no es más que una cortina de humo para tapar lo fundamental.