Arte — 11 agosto, 2015 at 5:48 pm

«Genealogía de la soberbia intelectual», jaque mate a los pedantes: mi recomendación literaria para este verano

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Ando este verano leyendo libros que me sirvan de documentación para la escritura de mi libro del 2016 (antes publicaré otro, este otoño), y por ello ayer me di una vuelta por la FNAC, sin rumbo fijo, para otear algo que me pudiera inspirar.
Y me encontré con «Genealogía de la soberbia intelectual», del mejicano Enrique Serna. Conociendo como me conocéis, mi aversión por el arte moderno, los críticos fatuos y la cultura al servicio del poder, os podréis imaginar que me llamó la atención, pero, dado que sólo tangencialmente me podía servir para lo que estoy escribiendo, dudé en comprarlo, hasta que al final decidí hacerlo por el mero gusto de la lectura y el conocimiento. Por darme una alegría al espíritu.
Lo he comprado a las 10:30 de la mañana y cuando escribo estas líneas son las 17:39 de la tarde y prácticamente no me he movido del sofá, subrayando párrafos y esbozando sonrisas sin parar.
Enrique Serna tiene una prosa directa y precisa, dirigida por una honestidad de esas que os va a cautivar y jalonada con miles de informaciones VALIOSÍSIMAS sobre cómo han actuado las camarillas artísticas y literarias, desde la misma creación de la escritura hasta el romanticismo y, por supuesto, las vanguardias del siglo XX. Explica a la perfección y sin medias tintas como han medrado los mediocres y cómo se han aliado con el Poder, desvirtuando el poder del arte, a base de CREAR SU PROPIO LENGUAJE con el que separarse del vulgo, del pueblo.
Como digo, el conocimiento que ha reunido Serna es tan valioso y tan inapelable que bien se puede calificar de Jaque Mate a esas supuestas élites que han deconstruido al ser humano, a través de la deconstrucción de la belleza, el arte y la armonía. Los pedantes, vaya.
¿De 0 a 10?
Un DIEZ. Si este libro se convierte en un best seller muchas cosas cambiarán en el ámbito de la cultura.
PD: Si yo fuera ministro de educación, colocaría este libro como lectura obligatoria en la asignatura de Filosofía.