Cuando el número 2 de la «suiza de Oriente Medio» y vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos muere en medio de la guerra de Yemen, es una señal para los jeques de toda la península arábiga de que su final está cerca.
Fuentes chiítas han detallado la sorprendente muerte a los 33 años del príncipe de Dubai, aclarando que sucedió en un ataque dentro de la guerra de Yemen.
Es fácil deducir que los atacantes habían recibido información de la presencia en la zona de este destacado oligarca y financiador de las fuerzas terroristas; se puede considerar uno de los primeros «Iluminati» que las fuerzas mundiales que luchan contra el sionismo han dejado fuera de combate.
Las noticias que llegan del frente de Siria son muy alentadoras: las comunicaciones satelitales rusas están proporcionando informaciones muy valiosas al ejército sirio para desmantelar la estructura de mando de los terroristas, eliminando a muchos de sus dirigentes en los últimos días.
Algo parecido debió ocurrir con este financiador de terroristas.
