Estados Unidos ha entrado en el caos absoluto: mientras sus políticos admiten abiertamente financiar y entrenar a los terroristas que -dicen- ser su mayor enemigo desde hace 14 años, en las universidades se suceden los tiroteos y asesinatos sin que nadie dé explicación alguna.
En este orden de cosas, la organización de derechos Human Watch publica un informe ¡recogido por la agencia AFP! en el que se señala que los agente infiltrados del FBI que controlan a 15.000 sujetos potencialmente peligrosos podrían estar convirtiéndolos en terroristas. Tal cual.
No bastando con esto, el ex presidente Jimmy Carter ha cometido «alta traición» al actual gobierno al pasar a la presidencia de Rusia un informe secreto sobre la situación de los terroristas del Estado Islámico en Siria (que es lo que ha permitido este portentoso ataque de las últimas semanas). En definitiva, que Jimmy Carter es un «caballero blanco».
En este orden de cosas de completo caos moral, hasta los ladrones se están haciendo maricones; contrariando todas las normas no escritas de la delincuencia, un ladrón norteamericano trató de besar (y seguramente «algo más») a un asaltado en su propia casa.
Por si eso no fuera poco, un príncipe saudita (también en Estados Unidos) obligó a tres sirvientas a que contemplaran cómo tenía relaciones homosexuales con un subalterno. Una noticia que tiene mucho que ver con la bancarrota del estado petrolífero, que ya es anunciada por el FMI.
Decididamente, esto es el final de una civilización.
