Continúa el «culebrón» del derribo del avión ruso en Egipto, de la mano de la enigmática Sorcha Faal.
Ahora nos enteramos de que Obama mandó asesinar a los tres mercenarios que manipularon la ruta del vuelo ruso para ponerlo «a tiro» del misil de los terroristas, y amenaza a Rusia con echarla de los Juegos Olímpicos (mediante la propaganda de que sus atletas se dopan) si no sigue la versión oficial.
Sugerente información por cuanto nos ayuda a comprender por qué no siempre Rusia puede decir la verdad de lo que ocurre y utiliza a «Sorcha Faal» (y el equipo que se esconde tras ella) para filtrar la realidad a los periodistas arriesgados como un servidor.
La precisión de los datos ofrecidos por Faal llega a mencionar con nombres, apellidos ¡y fotos! a los tres mercenarios norteamericanos que fueron utilizados por la CIA para manipular el vuelo del avión ruso bajo el pretexto de que se trataba «de un ejercicio militar.
Un día antes de que aconteciera el atentado, los servicios secretos rusos habían detectado e interrogado a un miembro de esa célula, que fue liberado, y posteriormente ha aparecido muerto, llamado John Hamen, que trabajó como experto en telecomunicaciones en la base aérea de Florida. El departamento de estado norteamericano no sabe de qué ha muerto.
Otros dos componentes de ese grupo volaron de Yemen a Arabia Saudita y de ahí, a Jordania, también han aparecido muertos, a manos de un policía de ese país. Sus nombres son Lloyd Fields Jr y Damon Creach y trabajaban para una empresa que prestaba servicios de inteligencia, contingencias, seguridad y entrenamiento relacionados con los vuelos, llamada DynCorp International. El caso es tan secreto que las familias de los fallecidos no tienen ni dinero para enterrarlos y el ejército para el que servían les niega ese derecho.
Como sugería hace días, la escandalosa noticia de la posible exclusión de Rusia de los Juegos Olímpicos por una acusación (falsa) de dopaje tiene que ver con los juegos de guerra que se están operando ahora momento. Concretamente, es un chantaje contra Rusia para que acepte la versión dada por Estados Unidos del derribo de su avión y que no publique la precisa información que tiene y que acusa a la CIA y Arabia Saudita, quien tiene interés en tender un oleoducto que atraviesa Siria para vender su petróleo.