Arte — 16 noviembre, 2015 at 10:56 am

«I don’t like mondays»: Bob Geldof es un programador MK Ultra ¡SIN DUDA!

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«Silicon chip inside her head» («Un chip de silicio dentro de su cabeza»). Así empieza esta estupenda canción de Bob Geldof de 1979, junto a su grupo The Boomtown Rats».
Seguro que muchos adoráis esta canción pero, como yo, en su día no os parasteis detenidamente a analizar lo que cuenta el vídeoclip. Os voy a dejar que lo veáis, antes de explicarlo, pero con una pista.
La canción está basada en una colegiala que asesinó a varios de sus compañeros y, como justificación para su crimen, dijo que no le gustaban los lunes. Aquella matanza inspiró a Bob Geldof a componer la canción y hacer el vídeo que vais a ver a continuación.
La niña decía estar influida por el álbum de The Police «Outlandos d’amour».


Un cuentecito de «hadas» que comienza con el pianito que nos lleva a la casa donde transcurre la acción, la casa de los horrores, donde los componentes de la banda dan palmas y cantan a unos niños ¡hipnotizados! al más puro estilo «El flautista de Hamelín». La mirada de Geldof es en todo momento inhumana y perversa.
En un momento dado, la niña que cometerá el crimen se levanta como una zombie de la clase y reaparece en su casa, donde Bob Geldof y sus muchachos aparecen, tanto en la vida «real» de la familia como en la pantalla de televisión (una dualidad que se repite en muchísimos vídeoclips de estos años 80), y que parece indicar la capacidad de la TV de influir en las conciencias de los niños y volverlos zombies e, incluso, a cometer asesinatos. (Os recuerdo que la niña parecía estar influida por un álbum de The Police).
El estribillo «dime por qué» contrapuesto con la repetición de que no hay razones («no reasons») parece la clave para la programación de la asesina o, más bien, para esconderla.
En un momento dado, hay un fundido a blanco, que parece el espacio de los sueños donde ocurre la programación, a través de la música.
Alguien en Irlanda o Inglaterra debería preguntar al señor Bob Geldof cómo sabía en aquella época que una persona podía perder su voluntad gracias al implante de un chip, hasta el punto de cometer crímenes.
Sobre Bob Geldof, que posteriormente protagonizaría El Muro de Pink Floyd y lideraría el concierto benéfico por la hambruna africana, hablo muuucho en mi libro «El asesinato de la música»….
El miércoles estaré en Valencia (Cafe Tendur) y el sábado en Alcoy, donde la hemos retrasado a las 20:30 horas porque se juega un Real Madrid-Barça.
PD: Estoy convencido de que todos los terroristas llevan insertado un chip en su mente, que unido con la programación de sus mezquitas, les convierte en estos asesinos sin motivo, como la niña.