Según cuenta Sorcha Faal, a Putin se le ha acabado la paciencia con el gobierno de Erdogan en Turquía y ha ordenado la destrucción de cualquier avión o convoy que nutra a los terroristas islámicos, tras el derribo del avión ruso de hace unos días. Se trata de lo que se conoce como «war by proxy» o hacer la guerra a través de terceros. En este caso, como ayuda al gobierno sirio.
De acuerdo a estas informaciones, Putin incluso habría ordenado el despliegue de sus fuerzas especiales en el área de los kurdos sirios para expulsar definitivamente a los terroristas. Todo ello, sumado al bloqueo económico sobre Turquía, así como la recomendación a los turistas rusos que no viajen a ese país-
Así pues, el despliegue de los sistemas S-400 no es un acto de cara a la galería por parte del presidente ruso sino una advertencia de que Erdogan puede meter a su país, Turquía, en una guerra con el país más poderoso, ahora mismo, de la Tierra, toda vez que la OTAN se ha desentendido mayoritariamente de su «aliado» eurasiático.
