Como os vengo diciendo, el mayor obstáculo para la paz ahora mismo son los estados de Turquía y Arabia Saudita, que prácticamente se han quitado la careta y ya no esconden que están detrás de los terroristas.
Se da la inmensa paradoja ahora mismo de que esta «guerra contra el terrorismo» de Estados Unidos empezó con el pretexto de que Sadam Hussein, presidente de Irak, reprimía al pueblo kurdo y ahora Estados Unidos está apoyando a Turquía… a aniquilar al pueblo kurdo.
La diferencia es que ahora mismo hay un dirigente llamado Wladimir Putin que, según informa Sorcha Faal, habría dado la orden a su ejército de proteger al pueblo kurdo en Siria, Irak y Turquía de los ataques de este último país, con lo cual el mundo se coloca al borde de una confrontación, dado que la OTAN (en un cambio de políticas continuo) se ha vuelto a poner de parte de Turquía.
Que el gobierno turco se encuentra en serio problemas es buena prueba el incidente propagandístico que ha protagonizado el presidente otomano, Erdogan, al teatralizar el rescate de un hombre a punto de suicidarse (la lectura psicoanalítica de este teatrillo es «de manual»: «yo (Erdogan) evito que Turquía se suicide».
Al parecer, la amenaza de Putin se ha extendido a Qatar y los pequeños emiratos del Golfo Pérsico, lo que nos lleva a una situación en el 2016 tremendamente interesante, porque el ejército USA va a tener que elegir entre apoyar a quienes le atacaron el 11 de septiembre del 2001, y Putin, quien ya ha anunciado que va a proporcionar armamento pesado a los kurdos, lo que puede variar la situación por completo.
