En estos días en que ando repasando el libro que considero es mi obra maestra, estoy uniendo unas cuantas piezas del rompecabezas.
Analizando la historia del dinero y la tecnología, me he dado cuenta que, en definitiva, las patentes y el petrodólar funcionan de la misma manera.
Desde 1973, en que se abolió el patrón-oro, con el BIS y el FMI imponiendo sus leyes, por medio de una internet propiedad del mismo poder, es obligatorio pasar por el petrodólar para comerciar a nivel mundial y se convirtió en un monopolio, luego hay que pagar una cuota de aduana, un impuesto, para hacerlo.
¿En qué consiste el truco de los transgénicos?
Los transgénicos se tragan a las plantas originales, únicas, que se reproducen naturalmente y, a cambio, obligan al agricultor a tener que pagar por las semillas al «banco central»; es decir, Monsanto, so pena de no poder producir.
El proceso de esterilización del ser humano y la aparición de individuos con fobia al sexo opuesto e incluso castrados convierten a los seres humanos en esclavos de esas semillas de los bancos de semen y clínicas de fertilidad ¡al igual que Monsanto y el petrodólar!
¡El mecanismo como operan es exactamente el mismo!
