Política actual — 17 febrero, 2016 at 9:22 am

El juez Scalia había tenido una cita secreta con Obama, horas antes de ser asesinado

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Gracias a sus satélites y espías, las fuentes rusas del ministerio de asuntos exteriores y la oficina del gobierno aclaran las últimas horas del juez del Tribunal Supremo Scalia, antes de morir asesinado (con un almohada en la cabeza) en un rancho de Texas, propiedad del magnate John Poindexter, amigo personal de Obama.
Es a este rancho tejano donde llegan Obama y el juez en el Air Force One procedentes de la base Andrews, desde donde fueron a Texas. Al igual que ocurrió con Kennedy, el protocolo de seguridad del juez fue modificado, quitándole los tres Marshalls que componen su equipo de guardaespaldas, y sustituyéndolos por miembros de la seguridad del gobierno. Desde allí, Obama se fue a Los Angeles, a una reunión con magnates de la industria del cine, tras unas horas en las que nadie sabía dónde estaba (en realidad, estaba con el juez, horas antes de ser asesinado).
Después de su repentina muerte en el rancho de este financiero y político, su cuerpo fue inmediatamente cremado, contraviniendo la norma de hacerle una autopsia, lo que es norma en estos casos.
El 79% de los norteamericanos opina ahora mismo que el juez fue asesinado.