Media — 27 mayo, 2016 at 3:19 pm

Corey Feldman (The Goonies) amaga con pronunciar nombres de pedófilos de Hollywood pero se retiene… ¡por las leyes californianas!

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La entrevista a Corey Feldman (ex Goonies), uno de los ex niños de Hollywood que más claro ha hablado sobre los abusos sexuales en el templo de la fama y que os resumo a continuación merece ser traducida por completo porque es un auténtico bombazo.
Aparece en The Hollywood Reporter, por lo que os podéis imaginar el tremendo escándalo que estará causando (es de anteayer mismo) y viene a colación de, a su vez, las escandalosas declaraciones de Elijah Wood (ex Frodo El Señor de los anillos) acusando a Hollywood de mantener una pederastia organizada, pero que a su vez, siguieron a las declaraciones del propio Feldman y el recientemente oscarizado documental «Un secreto a voces».
El bien elegido titular es «Me encantaría dar nombres», que es el resumen de toda la entrevista, en la que Feldman desgrana las fiestas a las que era invitado con 11 o 12 años con el consentimiento de sus padres y en las cuales estaba el elenco consabido hollywoodiense (fotógrafos, publicistas) que se aprovechaban de los niños (¿recordáis la película «Kids»?). Feldman dice que a él sólo le metieron mano pero a su gran amigo Corey Haim le violaron cuando tenía 11 años y eso le marcó de por vida, empujándole a las drogas. Afirma que su padre no hacía nada porque él mismo andaba de fiesta todo el día, y que uno de sus asistentes abusó sexualmente de él.
Lo más significativo de la entrevista es que Feldman explica a la perfección el porqué no puede dar nombres, y la razón es que las leyes californianas (¡únicas en Estados Unidos!) en lugar de proteger a la víctima de esos abusos en su declaración, protege al violador de niños, lo que hace que si Feldman hablara, el que podría ir a la cárcel sería él, y no sus violadores. Esa es la razón por la cual este tipo de casos han aparecido en otros estados pero no en California porque allí «los que mandan son los de la industria del cine» (recordad que Schwarzenegger gobernó allí durante muchos años).
A poco que uno sepa «leer entre líneas» uno siente que Feldman está amagando con «disparar» a esa élite pederasta cinematográfica, de la rabia que le dio la muerte de su mejor amigo: parece que si hay una «ayuda», Feldman contará lo que sabe.
El entrevistador (que es realmente bueno) le pregunta por Michael Jackson, que también era gran amigo suyo, y primero dice que no quiere hablar porque está muerto ya y tuvieron un enfado antes de morirse, pero al repreguntar el periodista afirma: «decididamente tenía un lado oscuro pero, hasta donde llega mi conocimiento, no relativo a la pedofilia».
Uno de los detalles curiosos de la entrevista (para los que sigáis mis vídeos) es que Feldman relata que estos pedófilos captan a sus víctimas, agarraos, ¡en las fiestas de los hospicios! ¿A qué os recuerda esto?
¡Correcto! ¡A la película «Hook» que analicé en este vídeo!

Bien, pues la prueba definitiva de que la rumorología hollywoodiense apunta a que el «Top One» de esta red de pedófilos hollywoodiense es nada más y nada menos que el propio Steven Spielberg es que el entrevistador, aprovechando que fue el productor de la película que le lanzó a la fama «The Goonies», le pregunta por su relación con él. Y aquí es donde, después de leer su respuesta escapando, tenemos que especular.
-¿Fue el productor de The Goonies, Steven Spielberg, un padre o un mentor para ti cuando eras niño?
-Nunca fuimos tan cercanos, así que nunca le vi como una figura paterna, pero fue una figura legendaria y un gran hombre, muy cariñoso [*la palabra kind tiene varias traducciones en inglés] conmigo y siempre tuvimos una buena relación [nuevamente, una palabra con doble sentido: «rapport» también significa «compenetración»]. Incluso recientemente, cuando nos vemos, él todavía es el mismo. No ha cambiado. Me encanta Steven, es un gran tipo.
Cuando leí ayer la entrevista, la verdad es que me pareció que Feldman, simplemente, «tiraba balones fuera»: hoy, al traducirla, me parece que el uso de esas dos palabras, bastante equívocas en el contexto en el que se produce la entrevista («kind» y «rapport»). Es decir, que esta última pregunta ha sido pactada con el periodista y l respuesta es una clara indirecta a Spielberg y un mensaje a quien esté al tanto de la trama. ¿A cuenta de qué sacan a colación su nombre cuándo están hablando de pedófilos del más alto nivel en la industria de Hollywood y nombran, precisamente, al que los corrillos nombran como el capo de todos ellos?
Evidentemente, para los que conocemos la profesión periodística, es una manera de pronunciar el nombre del culpable, cuando, como dice Feldman más arriba, no se puede pronunciar.