25 años después de la caída del bloque soviético, y con un supuesto líder alejado de los preceptos comunistas como Putin, todavía ningún dirigente ruso de la era moderna se había atrevido a cuestionar al antiguo régimen. Qué raro, ¿verdad? ¿Por qué Putin no se ha atrevido hasta ahora a criticar a Lenin?
Desde luego que abrir esa «caja de Pandora» debe levantar muchos demonios en las familias rusas (comparadlo con la guerra civil española, por ejemplo), pero las consecuencias de esta declaración no sólo afectan a Rusia sino a la estructura política de todo el mundo.
Este tema sería motivo para una sabrosa tertulia, para lo cual yo personalmente no tengo más que una respuesta: a Putin le interesa(ba) todavía hasta este momento una izquierda potente que defendiera los derechos de los trabajadores frente al Nuevo Orden Mundial, no sólo en Europa occidental sino en Latinoamérica. ¿Por qué empieza a revisar la historia de su propio país en este preciso momento, con el terremoto que esto podría causar en la izquierda internacional? (Imaginaos como empiece a filtrar documentos del KGB, él, que fue un alto cargo del mismo).
Me parece evidente que porque estamos tan cerca del reseteo del sistema que ya la izquierda ha dejado de tener valor y/o porque está preparando al público para dar el golpe definitivo al sistema USA revelando cómo sus bancos financiaron a su mortal enemigo, el comunismo.
