Si no fuera porque sabemos lo que sabemos, habría que calificar este discurso del presidente de la Comisión Europea ante su Parlamento de «psicodélico». Que diga que «a los dirigentes de otros planetas no les ha gustado el resultado del Brexit» es toda una prueba para los gabinetes de relaciones públicas, encargados de «rebajar el nivel de conspiranoia». Escuchad, escuchad.