(Con toda la precaución con la que hay tomarse las afirmaciones del cronista canadiense), en el anticipo de su último informe hecho público hace escasos minutos afirma que tanto sus fuentes en la CIA como en el Pentágono están seguros, a un 90%, de que las presentes elecciones en Estados Unidos serán postpuestas por la existencia de un sólo candidato. Cuál de los dos será depuesto no está nada claro porque Trump tampoco gusta a estas fuerzas.
A Fulford se le nota presionado por las amenazas de muerte de la cábala, que según él ya se habrían cobrado la vida de Neil Keenan (testaferro de algunos fondos colaterales); basa su afirmación en los extraños mensajes de los últimos días, que no se corresponden con su forma de actuar.
Al margen de ello, afirma que se van a establecer unos juicios de guerra por alta traición, en los que van a colaborar dirigentes de Arabia Saudita que (para no cargar con el «marrón del 11-S), va testificar contra los Bush e Israel.
En el resto del informe al que he tenido acceso, Fulford afirma que esta semana (tras la reunión del FMI con el Banco Mundial y una semana de vacaciones en China), es crucial para el advenimiento del nuevo sistema monetario.
Afirma que el presidente de Corea del Norte ha sido asesinado y sustituido por un doble, y que el mandatario filipino Duterte es un agente de los Bush, al igual que el primer ministro de Japón.
Resalta que el Papa Francisco ha nombrado cardenal al nuncio vaticano en Siria, y que tras las victorias de Rusia y Siria en Alepo, ahora le toca el turno al ejército USA de liberar la ciudad iraquí de Mosul.
Al margen del simulacro de guerra en Rusia de esta semana, los sionistas han tratado de enfrentar a Paquistán e India con falsos ataques contra ambos, algo que han hecho también en Siria, con Estados Unidos y Rusia.
Los ataques de bandera falsa empiezan a ser una realidad tan conocida, que ni los propios militares caen en esa trampa.
