Primeras consecuencias del reseteo: me cuentan que por Internet circula una recogida de firmas para impedir una ley de la Unión Europea que pretende dejar de subvencionar la política de género.
Como os anticipé hace meses, en cuanto la emisión del dinero dejara de estar dirigido por los sionistas, tanto el movimiento gay como el feminismo caerían en picado.
Ahora podemos entender por qué el ayuntamiento de Ada Colau en Barcelona ha empezado a formar a activistas: pretenden combatir desde las instituciones la vuelta a la normalidad y el abandono de la guerra de sexos.
Vamos a ver lo que ocurre dentro de Podemos cuando se desencadene esta batalla ideológica, en la que sus bases están muy concienciadas del desastre humano que ha supuesto esta aberrante ideología: familias rotas, jóvenes sin rumbo, homosexualización galopante…
Nos esperan unos años tremendamente interesantes…
