Según informaciones recogidas por infowars a partir de la CNN y New York Magazine, al enterarse de su derrota Hillary se emborrachó y drogó, volviéndose tan violenta que estuvo a punto de pegar a su equipo de campaña. A las seis de la mañana habló con una amiga, llorando, a quien le confesó que la culpa la tenía Comey (el jefe del FBI) y Obama (por no haber hecho todo lo que podía haber hecho respecto al jefe de los espías).