Política actual — 1 diciembre, 2016 at 8:36 am

Desarticulada una infiltración (gay) en los servicios secretos alemanes para atentar contra Trump, dirigida por Merkel y Hillary

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Los últimos movimientos del equipo de transición de Trump a la Casa Blanca pintan mal: a pesar de las optimistas predicciones de Fulford, los medios de comunicación oficiales aseguran que va a colocar a un ex Goldman Sachs al frente del Tesoro y al nefasto David Petraeus a dirigir el Pentágono. No están confirmados aunque sí se ha entrevistado con ambos, pero también hay informaciones que apuntan a que un banquero partidario del oro llamado John Allison está entre los candidatos. Hay por ahí conspiranoicos que se alegran de las malas noticias y se entristecen por las buenas, pero aquí somos fieles al Bien: lloraremos si las malas noticias se confirman (e intentaremos entenderlas).

Puestos a intentar comprender estos movimientos, me pregunto si las incalificables declaraciones de Erdogan declarando la guerra a Siria, no pretenderán influir en la decisión de Trump sobre su nuevo jefe del ejército. O el complot desarticulado en Alemania para asesinarle el día de su investidura.
Según relató Sorcha Faal el pasado 30 de noviembre, los servicios secretos alemanes han desarticulado una célula comandada por Hillary y Angela Merkel para acabar con Trump, cuyo hilo se ha desenrrollado a través de la transferencia de 4’8 millones de dólares desde el Ministerio de Medio Ambiente alemán (vía Deutsche Bank) a la Fundación Clinton y aprobada por una institución conocida como «Oficina Federal para la Protección de la Constitución». Previamente el mismo funcionario detenido había enviado medio millón de dólares a Hillary en concepto de «pago por conferencia», como se recoge en los Papeles de Panamá.
La cosa se pone interesante cuando la información de Sorcha Faal -extraída de RT ayer- que el espía detenido en Dusseldorf era un islamista que «se había infiltrado» en los servicios secretos germanos, y hoy 1 de diciembre el diario El País nos ofrece una extensa biografía del citado espía que resulta ser… español.
Mucha atención porque el espía a sueldo de Hillary Clinton para atentar contra Trump es un ¡ex actor porno gay! ¡ex empleado de banca! que se había convertido recientemente al islam y se había infiltrado en los servicios secretos alemanes.
-¡Espera, espera, Rafapal!, ¡que me sofocas!
Sí, entiendo que hay demasiada información en esa frase como para procesarla; aún yo mismo estoy tratando de digerirla pero, así, a bote pronto, lo que veo es:
1-Trama gay y probablemente abusos sexuales infantiles, con conexiones con los servicios de inteligencia naturalmente MK Ultra.
2-De fondo, lo que esta operación deja entrever es una limpieza interna de los servicios secretos alemanes, y que probablemente le va a costar muy cara a Angela Merkel, pues evidencia que trabaja para el Mal.
La buena noticia es que los caballeros blancos están trabajando y esperemos que Donald Trump no nos defraude. De hacerlo, evidentemente, dejaremos de apoyarle desde el minuto 1 (ya veréis cómo los medios de comunicación oficiales, hacen lo opuesto).