Os anticipé hace más de un año que Podemos avanzaba irremisiblemente hacia la escisión e, independientemente de que triunfe Pablo Iglesias o Iñigo Errejón en su próximo congreso, de hecho la escisión se ha producido ya porque no se pueden ni ver. Los que hace sólo unos meses se daban besos y abrazos en el más puro estilo «buen rollito», hoy se ponen puñaladas escondidas tras la sonrisita, tan hipócritas como el cartel que Errejón puso con la fotografía de Iglesias en su mítin del otro día… mientras carga contra él.
Acuciados por el auge de la ultraderecha en toda Europa, los líderes de Podemos saben que se les acaba el tiempo que robaron estos usurpadores del Movimiento 15-M, e Iñigo Errejón se ha dado cuenta de que la única manera de conservar la silla es huir del discurso izquierdista trasnochado de Iglesias (el discurso del siglo XX) y tratar de subirse nuevamente a la ola, una ola que es la de la Verdad de la conspiración, de la que él no quiere saber.
Mientras tanto, sus bases no salen de su asombro porque se creían el colmo del buenismo y hoy se dan cuenta -¡horrorizados!- de que no solo son iguales que los políticos tradicionales sino que sus conspiraciones y puñaladas son incluso más taimadas, más perversas.
¿Qué está pasando?
Pues os lo voy a explicar claramente: Podemos son los típicos «colones» que se colocan en primera fila (del Movimiento 15-M) cuando en realidad fueron los culpables, con sus manipuladas asambleas, de que fracasara, impidiendo que las personas que conocemos los planes del Nuevo Orden Mundial, pudiéramos explicárselos a la gente en ese momento tan propicio. Ellos, los trostkystas que manipulaban las asambleas (los «Anticapitalistas») fueron quienes impidieron que de ese movimiento saliera un verdadero despertar colectivo. Porque ellos, evidentemente, son la disidencia controlada por antonomasia.
Esta izquierda freudiana está infectada hasta la médula del virus más dañino para la humanidad que nuestros controladores hayan generado jamás: la política de género. Sus mentes han sido deconstruidas por nuestros esclavizadores hasta el punto de que hablan de una manera totalmente sectaria, como nadie en la calle (el pueblo al que dicen representar) lo hace: «inscritos e inscritas». ¿A quién cojones oís hablar así en la calle? A nadie, evidentemente. Y estos son los que -dicen- van a dejar que sea el pueblo el que se exprese: ¡pero si le estáis obligando a hablar como lo hhttps://www.youtube.com/watch?v=2VYgBqQ7kUcace vuestra secta!
Seguro que jamás os habéis preguntado cómo será eso de que, cada vez que pronuncies el plural neutro (todos) te tengas que acordar de decir el femenino (todas). Os propongo que un día lo intentéis: os moriréis de la risa. Lo digo en serio.
¿Y por qué os reiréis? Porque vuestra mente entrará en una delirante batalla consigo misma: entre el Yo que habla de forma natural y el Policía que le está obligando a sumarse a la corrección política, el que le dice que debe hablar «así» porque «alguien» (ellos creen que una persona muy libre pero en realidad Foucault y toda su camarilla trabajaban para el Estado Profundo pues enseñaban en la Universidad y allí, señores de Podemos, NO SE ENSEÑA NADA QUE CUESTIONE EL PODER, ¿o es que os habéis creído que los malos son gilipollas? Por favoooorr) lo dijo.
Estos profesores de UNIVERSIDAD y licenciados en carreras de letras donde fueron programados con la corrección política de la política de género que componen la cúpula de Podemos tienen sus mentes fragmentadas: en un 80% funcionan con un programa que cree buscar el bien a base de llevar la contraria la enemigo (la tradición, la iglesia y la empresa) y en el 20% restante tiene al policía que le culpabiliza, en base a las conspiranoias inventadas por el marxismo freudiano tales como la histórica batalla entre Patriarcado y Matriarcado. Los hombres, con el programa de la culpabilidad; las mujeres, con el del victimismo. Tanto, que han expuesto su psicosis a la vista del público con ese histórico lema de la secta de Pablo Iglesias que algún día se estudiará en las mismas universidades de las que han salido: «Podemos para todas» (creo que con toda la lógica, les he comentado en un anuncio suyo que me ha saltado en el Facebook si su partido es sólo para mujeres feministas, porque a diferencia del plural «todos» que incluye a hombres y mujeres, el plural femenino es sólo para mujeres). ¡Y pretenden llegar a toda la población! ¡Jajajaja! ¡Están como putas cabraaaaas!!!!!!!
Podemos desconoce el Bien Común porque no cree en el Bien, y sus valores son tan pobres que para ellos la Igualdad es el primero, por encima del propio Bien, la Verdad y la Justicia, que son la triada de los valores humanos fundamentales, siendo la igualdad, secundario. Si la igualdad va en contra del Bien, de la Verdad y la Justicia, entonces es mala, mentirosa e injusta, que es lo que consiguen estos dementes apoyando las aberraciones del movimiento gay y el movimiento feminista. [A decir verdad, sí que tienen el valor de la Justicia, pero como no creen en la Verdad es una justicia mentirosa y que puede resultar mala y por tanto injusta (por ejemplo con la política de género)].
Y a partir de ahí, de ese programa que fragmenta su mente y esa desconexión con el Bien, cae por su propio peso toda su estructura, que se compone de disonancias cognitivas tan profundas que han acabado saliendo a la luz en menos de tres años.
-¿Se oponían a las jerarquías?
¡Ja! ¡Ya lo estamos viendo!
-¿Estaban a favor de la participación ciudadana?
Siempre y cuando, no digan lo contrario de lo que la cúpula diga, obviamente.
-¿Somos diferentes a la casta dirigente y no luchamos por el sillón?
A las pruebas me remito: el espectáculo de estas últimas semanas hace que me pueda ahorrar cualquier tipo de comentario.
Hoy día, el tiempo pone a cada uno en su sitio muy rápidamente y las mentiras y los autoengaños de estos colones, que todavía no se han enterado de que sus propias ideas fueron programadas por la élite a la que dicen combatir, han emergido de una manera tan potente… que ha terminado con sus sueños de grandeza. Con su mentira igualitaria, con su autoengaño propio de las series de ficción que son las que, en realidad, han moldeado sus mentes.
Me quedo con un detalle: en la entrevista de Ana Pastor con Iñigo Errejón del otro día en El Objetivo, este portento del pensamiento dialéctico que es el gafitas de Podemos realizó una auténtica exhibición de buen rollito para dejar claro que él es el nuevo líder (sin decirlo, claro está, por eso es un crack). Un disfraz que cayó por unos instantes cuando se defendió de las críticas de ser moderado y despreciar la calle por el debate intelectual (cosa en la que coincido) aludiendo a que lleva como activista desde los 14 años. En ese momento, a Errejón, en apenas unos segundos, se le escapó un deje callejero que fue lo más auténtico de esta grandísima actuación: ojo, Errejón es todavía más inteligente que Iglesias pero, por los mismos argumentos anteriores, infinitamente más manipulador.
Un sistema monstruoso genera políticos monstruosos y los de Podemos son el vivo reflejo de una cultura sin valores y manipuladora a más no poder.
Obviamente, ellos no lo saben porque viven encerrados en su secta, sin contacto alguno con la realidad (y pretendiendo, al mismo tiempo, representar al pueblo).
Un consejo que de seguro no atenderéis: comenzad por hablar como los seres humanos naturales y espontáneos. Es lo mínimo que deberíais hacer si decís representar al pueblo: hablad como él.
