Unas horas antes de que el FBI publicara la semana pasada sus sorprendentes nuevas fotos del 11-S, una bomba estalló en un puente de Atlanta, pudiendo causar una carnicería: un hecho que ha sido censurado por los medios de comunicación.
Con toda probabilidad, la publicación de esas fotos fue la respuesta de Trump a los arquitectos de ese atentado, en el sentido de que si seguían así, iban a ser expuestos en toda su magnitud. Según el último informe Fulford, Obama está detenido y ha revelado la trama mundial del tráfico de drogas, mientras los militares USA apremian a Trump a acabar con la Reserva Federal y declarar la bancarrota de este estado ficticio. En Japón también se está viviendo una intensa batalla en este sentido, con derivaciones en toda Asia.
A los pocos días de que China y Rusia dieran un paso más para reintroducir el oro a nivel mundial, una bomba estalla en el metro de San Petersburgo, lo que viene a confirmar donde está «el corazón» de lo que provoca los atentados en todo el mundo.
Continuando con este mismo razonamiento, a los pocos días de que Venezuela entrara en el Banco de Infraestructuras del BRICS ha surgido una nueva crisis institucional, en este caso, relacionada con la facultad del presidente para negociar el pago de materias primas a cambio de ayuda financiera… con China, Rusia y el BRICS.
Este artículo de El Confidencial lo explica muy bien: todo lo que está pasando tiene que ver con el nuevo sistema monetario.