Ésta es una de esas ocasiones en las cuales resultaría un insulto a la inteligencia del lector explicar la característica moral de lo que está a punto de contemplar, aunque recuerdo que hace meses hice tres vídeos sobre Miley Cyrus, la hija de Verónica Forqué y la del primer ministro de Nueva Zelanda, con la misma temática canibalística, ritual, de este de Katie Perry.