Política actual — 12 julio, 2017 at 9:31 am

¿Qué podemos esperar del próximo curso geopolítico?

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Ayer mismo, leía en el medio libanés Al Manar que el jeque chiíta Nasrulá había recibido a un emisario de Putin con «instrucciones». Me quedé tan extrañado de la noticia que volví a las dos horas a leerla para ponerla en la web… y había desaparecido.
Es muy extraño que hagas pública una reunión secreta y, encima, reconociendo que recibes instrucciones de Rusia; si lo publicas es que quieres conseguir un efecto (sobre el enemigo). Mi tesis es que esas instrucciones se debían referir, o bien a la reconquista de Deir Ezzour o a los Altos del Golán (el territorio que Israel robó a Siria en el año 1967 y desde el cual se domina todo el país judío).
Horas después (ya con la noticia «desaparecida») nos enteramos de que el acuerdo de alto el fuego entre Putin y Trump sobre el sur de Siria (frontera con Jordania e Israel) se había producido… por presiones de Israel.
Prácticamente solucionada la guerra en Irak, y en camino la de Siria, con Arabia Saudita aislada, al terrorismo wahabita le queda la opción libia para exportar terroristas a Europa, pero ya la sociedad se ha organizado en Chequia, Eslovaquia, Austria, Polonia y Hungría, y la capacidad de presión de la izquierda freudiana sobre las sociedades es cada vez menor.
Entonces es cuando debe venir el (largamente anunciado) contraataque. Y ese contrataque ha de venir en los Altos del Golán, a donde Hezbolá (¿en connivencia con Putin y Trump?) ha empezado a enviar sus valientes y preparados guerreros, tanto libaneses ¡como iraquíes! Con el corredor Irán-Irak-Siria abierto, y la tecnología militar rusa en manos de los sirios, capaz de derribar tanto los aviones como los drones israelíes, por primera vez en su corta historia Israel siente ¡miedo! (De ahí la ola de suicidios y deserciones que relataba el otro día).
Al mismo tiempo (y no por casualidad), todo esto ocurre mientras su más temida arma (el petrodólar) pierde poder de manera continua, lo que levanta la pregunta del millón: ¿ocurrirá el reseteo del sistema monetario antes de que Israel sea invadida o la invasión de Israel por parte de Hezbolá será la señal para que ocurra el reseteo?
Sinceramente, no tengo respuesta a esa pregunta pero lo que sí sé es que cada noticia que demuestre que Israel ya no es omnipotente es un paso hacia la derogación de su divisa sionista como moneda mundial. Y, por ende (y todavía más importante) hacia la supresión de la política de género en todo el Planeta porque, obviamente, esta degeneración es la venganza judía contra la sociedad cristiana.
Tras su victorioso paso por Chile (con nuevos ataques de los «chicos de George Soros»), el autobús en pro de la Naturaleza y los valores humanos recalará en pocas semanas en la vieja Europa (Italia, Alemania y Francia), lo que terminará de cimentar la próxima gran batalla por la Libertad del Ser Humano. Aquella en la que la mayoría silenciosa se levante contra los terroristas culturales que han destruido la familia y por ende, la sociedad (a la que dicen defender). Según mi percepción, se está gestando una auténtica revolución mundial con este tema (la perversión de los niños organizada por los estados) como asunto central: la izquierda con valores se unirá con la derecha por primera vez en la Historia.
Digo que el autobús está siendo victorioso porque está consiguiendo su objetivo: reventar la censura y convertir la política de género en un tema de Opinión Pública, con lo que la mejor arma de los degenerados (la censura y el secreto en el que han manipulado los conceptos y valores) queda tan desnudo como aquel Emperador vestido con un traje inexistente.
El próximo paso es desnudar las mentiras del movimiento gay, cosa que casi logró hacer mi vídeo «Los secretos del movimiento gay» que consiguieron censurar en YouTube (aunque se ha vuelto a subir cuatro o cinco veces): con seguridad, se convertirá en el «abecé» para deslegitimar a este movimiento y así, recuperar la dignidad robada del Ser Humano.
Obviamente, el dinero sionista seguirá asestando golpes tan brutales como la semana que hemos padecido en Madrid con el «Orgullo (¿de qué?)» pero, como digo, con el declinar de Israel caerá también el movimiento gay y la política de género (y la independencia catalana, que es otra venganza judía, obviamente, y por eso las prisas que están demostrando: se les acaba el tiempo).