Puede parecer humorístico (yo de hecho me he reído a carcajadas), pero el último informe de Whatdoesitmean está repleto de información devastadoramente real.
Evidentemente, el titular (y la supuesta calificación otorgada por el Ministerio de Defensa ruso al ejército USA) es una provocación y un «vacile» (si me permitís la expresión). Pero cuando uno comienza a leer los párrafos se da cuenta de que sus argumentos son plausibles y conducen al -aparentemente- exagerado titular.
Todos sabéis que Trump ha dictado una norma recientemente (recurrida por las organizaciones de derechos civiles) para impedir que los individuos castrados entren en el ejército. Una política dictada por Obama que llenó de «colectivos no habituales en el ejército»: minusválidos, mariquitas, minusválidos y mujeres en unidades de alto riesgo.
El resultado de estas políticas es devastador para los Estados Unidos (y puede ser el origen de sus continuos fracasos en Oriente Medio). Hoy día, en términos militares se considera necesario tener 21 brigadas de combate operativas, y Estados Unidos sólo dispone de 11. Al haber reducido las horas de instrucción (sustituidas por otro tipo de «cosas»), el entrenamiento de un soldado preparado ha pasado de costar 30.000 $ en 1980 a 170.000 en la actualidad (y subiendo).
El grado de medicación, psicosis, adicciones y traumas provocados por la ingeniería social de los jóvenes norteamericanos es de tal magnitud que se considera que sólo un tercio están preparados para el combate.
Dado el número de tantas personas pertenecientes a colectivos desligados tradicionalmente del combate, la mayor parte de ellos se dedican a labores de archivo, cocina, tocar música, arreglar ordenadores, escribir en periódicos, analizar documentación, conducir camiones, construir carreteras; es decir, tareas logísticas pero no estrictamente militares. Este es un ratio (personal de servicio versus tropas) que en terminología militar se denomina «tooth-to-tail-ratio». Si en la Primera Guerra Mundial era el 60% de tropas versus 40% de logística, durante la Segunda Guerra Mundial se dio la vuelta a ese porcentaje y hoy día es un 20% de militares frente al 80% de personal administrativo. Mientras tanto, los rusos tienen un porcentaje del doble de militares frente a personal: 800.000 tropas aptas para la batalla, 2’5 millones de reservistas y 47 millones de ciudadanos que podrían unirse en caso de guerra generalizada.
Eso sin contar que las armas electrónicas rusas son capaces de desconectar los sistemas electrónicos norteamericanos, y sus tanques tienen un alcance del doble de los yanquis, e incluso alcanzar blancos nucleares [no, no hablo de detergentes, sino de bombas atómicas].
La calificación que el ministerio de defensa ruso otorga a las tropas norteamericanas actualmente es:
-Capacidad. Baja.
-Preparación para el combate. Baja.
-Competencia. Marginal.
