Media — 31 agosto, 2017 at 5:10 pm

De cómo Youtube pasó a ser TheirTube: la censura acabará con el gigante de los vídeos/ Las nuevas redes pagarán a los creadores con criptomonedas

by

Gracias a Dios, mi expulsión de YouTube ha sucedido durante unos divertidos días con mis amigos en Ibiza (las penas, con fiestas, menos fiestas son). A partir de ahora, mis vídeos se han convertido en objetos «perseguidos por los coleccionistas» y, sin duda, en el conocimiento prohibido de una era que dice estar a favor del saber y la libertad de expresión.
Tardaré meses en volver a subir parte de esos ciento y pico vídeos suprimidos a otro canal, pero lo iré haciendo.
En los últimos días, habéis comprobado que la censura que ha dirigido Google a mis vídeos se inscribe dentro de una campaña represora generalizada, que está afectando a otros líderes de opinión (disidente).
Frente a ello, evidentemente, y como no podía ser de otra forma, han comenzado a surgir proyectos para replicar las redes sociales y de vídeos (sin censura) pero encima con retribución en forma de criptomonedas. Las más avanzadas hasta el momento es la que ha montado el famoso Kim Dotcom (ex de Megaupload) y la red social Steemit.
Hoy, parece imposible que el gigante YouTube sea derrotado, pero recordad que también era imbatible Internet Explorer y cómo la conciencia de la Red eligió abandonarlo por Mozilla y Chrome. La gente de Internet se rige por una ética y cuando una empresa falta a sus principios fundadores (no iba a haber censura, y mucho menos de la verdad), la gente les acabará pagando con el desprecio.
Por más que os pueda parecer extraño, éste que os habla fue el primer youtuber en lengua castellana, y os voy a contar cómo hice mis primeros vídeos.
Allá por el año 2005, mi amigo Iñaki Berazaluce (hoy, factótum del exitoso blog en torno al mundo freak, Strambotic) me anunció en primicia la creación de esta red de vídeos. A la semana, ya había parido mi primer vídeomensaje, sobre el feminismo, que podéis ver más abajo.
Por supuesto, en aquel entonces ni existía el «concepto youtuber» y esta primera serie de vídeos respondían a la necesidad de contar cosas prohibidas, que no se podían decir en los medios oficiales. Ese fue el éxito de YouTube; la libertad que había y las posibilidades que ofrecía.
Por eso luego llegaron la generación de youtubers; al olor de esa libertad.
Pero esa libertad ha muerto ya y, por lo tanto, YouTube ha dejado de ser «YouTube» para convertirse en «TheirTube». Por eso en estos días que está mutando (como los reptilianos), ha comenzado a morir. A morir como mueren los traidores: de indiferencia.