En información de ayer domingo 24 de septiembre de Sorcha Faal, se describían las irrefutables evidencias de que militares o servicios secretos adscritos a Estados Unidos estaban en las bases de los terroristas de Daesh e, igualmente, intercediendo entre estos y los kurdos sirios para evitar que las tropas del gobierno sirio recuperaran terreno al este del río Eufrates, así como enviándoles armamento.
Según la citada anónima informadora, en reunión secreta celebrada en Qatar la semana pasada entre los ministros de defensa ruso y norteamericano, el primero amenazó al segundo con bombardear sin miramientos a las tropas estadounidenses (o CIA) que estuvieran apoyando tanto a los terroristas wahabitas como a los kurdos. A consecuencia a esas amenazas, Estados Unidos ha comenzado a desmantelar sus bases en la frontera jordano-sirio. La razón es que Rusia está enviando misiles con «la madre de todas las bombas» (termobárica) desde sus fragatas atracadas en los puertos sirios del Mediterráneo, destrozando por completo esos blancos. Dado que los Estados Unidos ni tienen legitimidad ni podrían, por tanto, quejarse de algo que «supuestamente no existe» (esa presencia), serían eliminados como ya ha sucedido en la provincia de Hama, donde murieron varios agentes de la CIA en un ataque similar.
Hoy lunes 25 de septiembre, el diario Almasdar News informa de que aviones rusos han bombardeado a los kurdos que intentan apoderarse de territorio (abandonado por los terroristas para dejarles paso) al este del río Éufrates, de manera que la siguiente fase de la guerra (gobierno sirio contra kurdos apoyados nuevamente por Israel) ha comenzado ya a suceder, cuando el Estado Islámico está a punto de ser derrotado.
