El que tenga un poco de visión histórica se dará cuenta del notición que supone el anuncio por parte del Pentágono de una generalizada auditoría, a cargo de ¡2400 expertos independientes1, que van a revisar hasta la última partida de gastos.
Hay que recordar que la última vez que se vio cosa parecida en el ministerio militar norteamericano fue unos días antes del célebre 11-S, con aquella mítica conferencia de prensa en la que el sinvergüenza Donald Rumsfeld anunció, con todo su rostro, que habían desaparecido 2’3 billones de dólares (para ellos, trillones) «y no sabían donde estaban». Por supuesto, el traidor sabía que al día siguiente su país sufriría el mayor ataque militar de su historia, y aquella confesión dejaría de tener relevancia alguna.
Evidentemente, esta auditoría se va a llevar por delante a todos los traidores del ejército USA, con sus respectivos campos de heroína y tráfico de cocaína y, por qué no, quizás traiga a la luz al famoso «programa espacial secreto».
Sin duda una noticia para celebrarla.
PD: Acabo de escribir la noticia y me encuentro con que Sorcha Faal habla de lo mismo y lo califica de «jaque mate» al Estado Profundo por parte de Donald Trump, aunque discrepa conmigo de su percepción sobre la figura de Donald Rumsfeld.
