Este documental se ha subido y censurado unas cuantas veces a lo largo de los años. En cuanto comencéis a verlo, os daréis cuenta por qué: aquí se condensan las aberrantes prácticas del «padre de la educación sexual en los colegios». Entonces comprenderéis en su justa medida lo atinado del titular.
Si lo viera mucha gente, la locura de la política de género terminaría de una vez por todas.
