Hombre y Mujer — 2 febrero, 2018 at 10:49 am

Sexo en las escuelas pero no en la Fórmula 1 y los museos: el sistema entra en modo «esquizofrénico»

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Mientras en Europa se impone a los niños pequeños la perversión sexual como asignatura (impartida por comisarios políticos freudianos), se prohíben los piropos, en los museos se retiran cuadros de púberes desnudas y en la Fórmula 1 se prohíben las proverbiales modelos.
¿Qué está pasando? ¿Cómo es posible tamaña contradicción?
Los últimos coletazos de una civilización evidencian siempre la falsedad de sus valores.
Acuciada por el ímpetu de los gigantes asiáticos, la sociedad sionista, gobernada por el dinero-deuda, que hizo de la sexualidad su última revolución ha entrado en un modo completamente esquizofrénico. Embarcada en una cruzada contra cualquier contacto entre el hombre y la mujer, por un lado, y renegando del tratamiento de la fémina como objeto sexual, por otro, las dos hijas de Freud: el feminismo y la revolución sexual han entrado en una fase de destrucción mutua, sin saber, claro está, que ambas son obras del mismo hombre.
El mismo Sigmund Freud que manipuló a su primera paciente, la histérica Anna O./Bertha Pappenheim, para inocularle el trauma con el padre conocido como «patriarcado» y la envidia del pene que daría origen a la primera organización feminista del mundo (Movimiento Feminista Judío), fue el inspirador de la revolución sexual, que consiguió normalizar las perversiones sexuales y enarboló el orgasmo como bandera de liberación. Al final de esta histérica carrera por anular las relaciones hombre-mujer se ha quitado la careta para definirse como un movimiento puritano, que paradójicamente está acercando la sociedad cristiana a la moral de la musulmana, prohibiendo toda muestra de sexualidad (salvo en las películas) y acabando, paradójicamente, con la revolución sexual que le impulsó.
Mientras los postulados fundamentales de esta última revolución entran en barrena, sin embargo a los chiquillos se les sigue imponiendo estos castrantes planteamientos. Cuánto vaya a durar esta esquizofrenia es algo que desconozco pero sin duda que todo esquizofrénico acaba delirando, y esta civilización lo va a acabar haciendo, también.