Política actual — 14 febrero, 2018 at 10:34 am

La debacle de la socialdemocracia en todo el mundo

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Incomprensible para los que no lo sigan de acerca, el acuerdo de gobierno en Alemania entre el partido de Merkel y la socialdemocracia puede significar el final de este último partido, ¡y eso que ha conseguido los más importantes ministerios a pesar de ser el socio minoritario en la coalición! De momento, su presidente, Martin Schulz, ha dimitido tras haber rechazado el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores, y en pocas semanas las bases del partido tendrán que decidir si apoyan el acuerdo de gobierno con el centroderecha de Merkel. Desde fuera del país, todo ello, como digo, resulta bastante incomprensible porque no se habla del levantamiento de parte de la población contra la política de género y la criminalidad que ha llegado con los falsos refugiados, liderada por los nacionalistas del AfD. Para que os hagáis una idea, los grupos afines a la iglesia católica están removiendo en las redes sociales un libro que habla de los casos de pederastia dentro del Partido Verde. Por supuesto, tampoco conviene olvidar que Alemania está rodeada de países donde los partidos nacionalistas y antiprogresistas se han impuesto (Austria, Polonia, Chequia, Eslovaquia, Hungría), a los que se unirá Italia a principios de marzo. En todos ellos, pero también en Francia y Grecia la socialdemocracia prácticamente ha desaparecido del mapa político, y unas eventuales nuevas elecciones en Alemania podrían ver la debacle final de esta ideología.
En España, por su parte, el debate identitario y en torno a la lengua común está generando numerosas fricciones dentro del PSOE en regiones como Cataluña y Baleares. Básicamente, en unas regiones propugnan lo que desune al país y en Madrid, pretenden gobernar el país que contribuyen al mismo tiempo a destruir. Esa contradicción no sólo está dando (previsión de) votos a Ciudadanos sino que muchos cuadros y ex dirigentes se están acercando a esa opción que se presenta como «centrista».
Pero es que las pésimas perspectivas no se terminan ahí porque a corto plazo los escándalos de corrupción y sexuales van a estallar en el Partido Demócrata norteamericano, y la credibilidad de la socialdemocracia quedará todavía más tocada. Por no hablar de la crisis en la mayor ONG del mundo (Oxfam: orgías con niñas en Haití) que también va a acabar desacreditando a la izquierda en general.
Es muy probable, como decía al mencionar el escándalo de la pederastia en el Partido Verde alemán, que todos estos escándalos acaben confluyendo en la debacle final de la socialdemocracia a nivel mundial, con lo que un mayor escándalo acabará estallando: el negocio que ha supuesto la destrucción de la familia y las relaciones hombre-mujer a través de la paranoia colectiva conocida como «violencia de género».
Cuando la gente se entere de la verdad sobre este tema, no sé ni lo que ocurrirá.