En un escueto mensaje, aderezado por un enlace a una noticia donde se comprueba que el asesino de Estrasburgo estaba en la lista de terroristas «controlados por la policía», Q deja caer que el propio Macron ha ordenado ese autoatentado para desviar la atención de las protestas de los «chalecos amarillos» que le tienen al borde de la lona.