Política actual — 24 noviembre, 2019 at 6:52 pm

La «conspiranoia ucrania contra Trump» se da la vuelta como boomerang y promete acabar con los demócratas: el abogado de Trump afirma que van a intentar asesinarle

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Las recientísimas publicaciones de Q y Whatdoesitmean de las últimas horas han concindido milimétricamente, al apuntar al requerimiento al Tesoro Público por parte de los líderes de los comités Financiero y de Interior del Senado (los republicanos Grassley y Johnson) para que les envíe toda la información pertinente de la empresa Burisma, del hijo de Joe Biden, en torno a sus negocios en Ucrania. (Ver documento oficial, que le exige tener esa documentación antes del 9 diciembre).
El anuncio del abogado de Trump, ex alcalde de Nueva York y es fiscal de este mismo distrito, Rudolph Giuliani, de que va soltar una «bomba» que va a evidenciar la corrupción del partido demócrata en torno a su financiación, ha debido tener ya su respuesta, porque el propio Giuliani ha expresado «quieren asesinarme» y, en el caso de que lo hagan, también ha anunciado que tiene un arsenal de documentación desvastadora para el partido demócrata.
El pánico es tan grande que el es vicepresidente Biden ha amenazado al senador Lindsay Graham si continúa su investigación en torno a la corrupción en Ucrania y los diputados demócratas han exigido al jefe del departamento de estado Pompeo, que se abstenga de intervenir en esa investigación liderada por la mayoría republicana en el Senado.
Las acusaciones contra Trump sobre la famosa conversación telefónica con el presidente ucranio han decaído casi por completo, una vez que el poderoso diputado demócrata Schummer ha admitido la identidad de uno de los falsos confidentes sobre los que se se construye esta conspiranoia, el coronel Vindman, a quien le ofrecieron el puesto de ministro de defensa de Ucrania, que fue quien dio al agente de la CIA Ciaramella la grabación de la conversación que ha generado todo este embrollo. Una foto rescatada del mismo Ciaramella con Obama revela quien es la persona que ha urdido la conspiración, y explica por qué los Clinton, los Biden y los Obama están literalmente «acojonados» por esta investigación que se les va a dar la vuelta.
El FBI ya está detrás del tal Ciaramella, que ha modificado su declaración, señal de que sabe que su jugada le va a salir muy cara pero, lo que es más importante, la conspiranoia entera que pretendía destronar a Trump se va a ir a la basura.
En definitiva, lo que tenéis que saber es que el vicepresidente Biden obligó al entonces presidente ucranio a despedir a un fiscal que estaba investigando los corruptos asuntos en los que estaba envuelto su hijo Hunter, al frente de la empresa Burisma: la embajada norteamericana impidió que la investigación continuara. Por lo que se está filtrando (ver foto), tanto Hillary Clinton como Obama utilizaban Ucrania como lavado de dinero para los robos a su propio gobierno.