España, Política actual — 15 diciembre, 2019 at 10:22 am

La cumbre de la paranoia climática de Madrid se convierte en una de nuestras mejores victorias

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Apostaron todo lo que tenían con el sucio más truco que imaginar se pueda: utilizar a una niña con problemas mentales como escudo de su discurso se les ha vuelto en contra, por el circo que ha encumbrado a Greta Thunberg. La sobreactuación de la niña ha conseguido el efecto contrario del deseado: el discurso que pretendía acallar a la disidencia se ha roto definitivamente, lo que, entre otras cosas, hace que la ciencia oficial pierda su carácter de diseñadora de la realidad incontrovertida, algo muy valioso para desacreditar al más pernicioso lobby que tenemos enfrente (después del derecho estatal, antes conocido como derecho positivo): es decir, los matasanos antes conocidos como «médicos». La «ciencia oficial» ya no logra el consenso de la población y esto se ha notado con la declaración final, que evidencia el fracaso de la implantación de la paranoia sobre la población. Y eso que pusieron toda la carne en el asador para chantajear emocionalmente a los humanos.
La chilena Teresa Marinovic da la última puntilla a la utilización de una niña con fines políticos con unas sencillas coordenadas de sentido común, y por tanto, irrefutables.