Sí, es cierto que hemos leído que los pedos de las vacas tienen parte de culpa en el calentamiento del planeta e incluso las violaciones en África, pero no me negaréis que incluir la ideología de género como una de las soluciones al cambio climático parece más un asunto de superstición, sortilegios y hechizos, que una teoría científica, en la era de la ciencia. (Si alguien es capaz de ofrecer una conexión causa-efecto, racional, entre ambos engendros que no sea conspirativa, prometo abandonar el blog durante un mes).
Los negacionistas de la conspiración del Nuevo Orden Mundial, como mi amiga Fortunata y Jacinta (ver vídeo abajo), van a tener que emplear toda su sapiencia individual para refutar esta evidencia de la existencia del gobierno mundial oculto (que se añade, obviamente, a este demencial plan, en el que la derecha bancaria se ha unido en feliz matrimonio con la izquierda sindical, ecologista, feminista, socialista y comunista).