La investigación en el Reino Unido confirma que los ancianos fallecidos en las residencias fueron asesinados utilizando un sedativo llamado Midazolam, empleado en ejecuciones en Estados Unidos, y contraindicado en enfermos con dificultades respiratorias, como son los del Covid. Para que os hagáis una idea: la dosis de este medicamento que no se debe superar en ancianos es de 0,5 miligramos, mientras que las recomendaciones de la OMS fueron de 1,5 o 2,5 miligramos; es decir, entre 3 y 5 veces más de lo que se considera prudente y fuera de peligro. Dicho con otras palabras: la exagerada dosis de Midazolam que la OMS prescribió a los ancianos lo convirtió, de sedativo en veneno letal. (Como podéis ver en este documento oficial del Ministerio de salud español, a los ancianos españoles se les inyectó ¡hasta 10 miligramos de Midazolam!
Este artículo que os comparto está tan bien documentado que constituye el argumentario para sendas demandas por crímenes contra la Humanidad en cada uno de los países porque, como os comentaba hace días, se han utilizado los mismos protocolos en todos ellos.
El artículo tiene una introducción un poco larga, hasta que llega al tema en cuestión, pero es útil porque demuestra que jamás hubo la pretendida congestión de internados en los hospitales que justificó que los ancianos con problemas fueran dejados en las residencias, donde se les aplicó este protocolo para «mitigar el dolor» que fue lo que en realidad les mató y, a su vez, legitimó la existencia de una Pandemia. Todo Mentira: gerontocidio premeditado y con alevosía. Lo mismo que sucedió en Reino Unido sucedió en el resto de países.
PD: Me pregunto si la espantada de la política del ex ministro de Asuntos Sociales, señor Pablo Iglesias Turrión, responsable de las residencias de ancianos durante la «Pandemia», se deberá a que sabe que estos datos van a salir a la luz.