En su crónica del pasado lunes, Benjamin Fulford ha aportado otros datos sobre el asesinato cometido por Alec Baldwin, quien participó en la película «La caza del Octubre Rojo» (código de Q) y cuyo argumento giraba en torno a un submarino nuclear que desaparecía en los alrededores de una base rusa en el Ártico. Al parecer, la fallecida Halyna Hutchins se crió en esa base y era una agente ucrania. Otros datos que aporta son que el set de rodaje se encontraba a media hora del rancho de Jeffrey Epstein, donde se grabó a muchos pederastas y que el ayudante de dirección Dave Halls (que verificó la pistola) también trabajó en la película El Cuervo, en la que falleció Brandon Lee de manera similar (relevante).
Mucho más importante que esto, Fulford ratifica a Simon Parkes cuando dice que los militares tienen «luz verde» para actuar desde el pasado fin de semana, y que se les va a ver en las próximas dos o tres semanas. Dice que el presidente del banco central alemán, el Dalai Lama y Klaus Schwab han sido ya destituidos, al igual que los gobiernos secretos de Irlanda, Japón, Alemania y Reino Unido. La bancarrota del sistema ya no tiene remedio.
