Ayer, un juzgado estatal (regional, en la terminología norteamericana) prohibió la vacunación obligatoria de los trabajadores de la salud (CMS). Seguidamente, os resumo el auto del juez, acompañado de las páginas correspondientes. Que tomen nota abogados y jueces de todo el mundo, porque esto marca el camino para acabar con estas asesinas medidas.
1-Abrumadora falta de evidencias que justifiquen la obligatoriedad de la vacuna en los rangos de edad a los que se refiere. Particularmente preocupante es la falta de datos referidos a la transmisibilidad de la enfermedad en los vacunados. El propio sistema de salud reconoce que «la efectividad de la vacuna para impedir la transmisión de la enfermedad se desconoce hasta el momento». Las autoridades sanitarias también admiten que la continuidad de la eficacia de la vacuna se desconoce. «Nadie niega que proteger a los pacientes y los trabajadores de la salud del Covid sea un objetivo deseable. Pero un juzgado no puede, de buena fe, autorizar al sistema de salud una medida sin precedentes QUE CARECE DE UNA CONEXIÓN RACIONAL ENTRE LOS HECHOS CONOCIDOS Y LA ELECCIÓN REALIZADA».
2-Nota a pié de página. «En ciencia, y en un juzgado, se necesitan evidencias».
3-Las autoridades sanitarias dicen por un lado que «la vacunación es una mejor medida contra la infección» y al mismo tiempo admiten que «carecen de evidencias sólidas sobre la contagiosidad de los vacunados». Al mismo tiempo, rechazan medidas alternativas sobre los que hayan pasado ya el Covid y hayan generado inmunidad natural (20 millones al mes). «Las contradicciones son claras señales de que esta agencia está tratando de saltarse la ley».
4-El mandato trata igual a los segmentos de edad que apenas tienen peligro de morir de Covid (menores de 65 años) que a los segmentos que sí, así como a trabajadores que usan los mismos baños, aunque no tengan contacto con los enfermos. El servicio de salud no aclara el por qué de estas medidas tan extremas sin distinción para cada uno de los segmentos reflejados.
