El informe Fulford de este lunes es bastante jugoso.
Coincide con lo que un servidor dijo en entrevista ayer con que la pérdida de Ucrania es vital para los globalistas. Según un operativo de las fuerzas especiales australianas con las que tiene comunicación: «Ucrania es la cabeza de la serpiente. Una vez que caiga, se acabó el imperio globalista». La razón es que los ejércitos de las cinco grandes naciones anglosajonas (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda) se han negado a ayudar a Ucrania, como les ha pedido la Unión Europea. Eso hizo que el ejército francés hiciera un cálculo de cómo les iría si lanzaran una guerra contra Rusia sin la ayuda de Reino Unido y Estados Unidos: la respuesta es que si Rusia lanzara un ataque a gran escala, la Unión Europea saldría derrotada en no más de cinco días.
Esta realidad hace que las palabras de Putin del año pasado en una cumbre de jefes de estado europeo afirmando que «Europa necesita una organización unitaria desde Lisboa a los Urales» tomen más sentido: estaba afirmando que Rusia va a tomar el control de la Unión Europea, como el propio Fulford lleva diciendo desde hace no menos de cuatro años.
Luego comenta cosas que ya nos he contado: como la supuesta huida de Zelensky a Polonia y la descomunal fortuna que tiene en Costa Rica (1300 milllones) y comenta que sus escuadrones neonazis van a ser ejecutados cuando sean capturados.
Dice que tanto Finlandia como Suecia han prometido permanecer neutrales y nos cuenta que «Moldavia ha dejado de existir como país» (??).
Demuestra que la Unión Europea ha claudicado, mediante unas declaraciones del ministro alemán de economía diciendo que «las sanciones contra Rusia no incluyen a su gas» y también Boris Johnson reculando en sus diatribas antirrusas.
Después, incluye unas declaraciones de Putin en el Foro de Davos del 2021, que traduzco íntegramente porque taparán la boca de soberbios ignorantes como Nicolás Morás: «»Ignorar problemas socioeconómicos sistémicos es una ilusión peligrosa. Los gigantes tecnológicos modernos están, de hecho, compitiendo con los estados. Las empresas globales que intentan sustituir a las instituciones democráticas y usurpar o restrigingir el natural derecho de las personas de decidir por sí mismas han de ser detenidas. El mundo no puede continuar creando una economía que sólo beneficia a unos pocos, es hora de pasar de las palabras a la acción».
El gobierno ruso está negociando con la Sociedad del Dragón Blanco en estos momentos para ver cómo reemplazar el orden económico y político salido de la Conferencia de Bretton Woods.
Continúa diciendo que los globalistas jázaros intentaron convencer a Turquía para que entrara en la guerra, visto que Estados Unidos no lo hacía, y no lo consiguieron porque saben que ellos serían los próximos contra los que irían. Muchos otros países tampoco se han unido a las sanciones contra Rusia.
Y después comenta cosas que Enrique Delgado y un servidor hemos dicho en los últimos días. Concuerda con nosotros en que la expulsión de Rusia del SWIFT va a acelerar la construcción de un nuevo sistema monetario y que la marcha de muchas empresas globales va a hacer que Rusia nacionalice muchas de esas empresas, que en su día fueron privatizadas cuando cayó la Unión Soviética. O sea, que la jugada le va a salir mejor. «El poder económico global ha cambiado de manos».
Dice que el spam alrededor del mundo tenía su foco en Ucrania y por ello se va a paralizar y asegura que la visita del primer ministro israelí a Rusia como mediador con Ucrania se debe a que este tipo «dio positivo» (es decir, fue detenido) y está colaborando ahora con los patriotas.
Confirma el intento de ataque de bandera falsa nuclear en Ucrania y dice que el senador Graham, que pidió el asesinato de Putin, va a ser detenido en breve, y se le va a poner el «botín-GPS».
