En la llamada de Putin a Trump del pasado sábado le dio una noticia inquietante para todos los europeos: los traficantes de niños están aprovechando los corredores humanitarios para salir del país.
Al inicio de la conversación, se defendió de las acusaciones de la prensa occidental de que están muriendo víctimas inocentes en los intercambios de disparos diciendo que «está en las manos de Zelensky el detener inmediatamente las hostilidades».
Acto seguido, insistió en que sus fuerzas han destruido por completo los laboratorios extranjeros de armas biológicas en Ucrania pero que muchos de los científicos, concretamente 27, están siendo protegidos por el gobierno de Zelensky. El ébola, la fiebre de hemorragia de Marburg y la rabia son algunas de las letales enfermedades que habían cultivado y desarrollado. Putin quiere detener a esos científicos para ser interrogados y tiene información de que, aunque algunos pocos han huido del país, la mayoría continúan en Ucrania, bajo protección del presidente Zelensky.
-Sé los esfuerzos que usted está llevando a cabo contra su Deep State, pero también sabe que los tentáculos de esas redes están por todo el mundo. ¿Cómo actuaría si estuviera en mi lugar?, le habría dicho Putin a Trump.
-Hay cosas que no puedo decir ahora mismo, cosas importantes, pero señor Putin, yo sé que está haciendo lo correcto.
(Enigmática frase de Trump, by the way).
Putin actualizó las informaciones sobre su lucha contra las endémicas redes pederastas en Ucrania. Le contó que las Fuerzas Especiales Rusas han liberado 1.600 niños más de las mazmorras donde los tenían, y han matado a sus carceleros. Sin embargo, un número indeterminado de ellos están aprovechando los corredores humanitarios creados para los inocentes ucranianos y así poder salir del país a los países limítrofes. [Houston, tenemos un problema].
Por ejemplo, os militares rusos que vigilan las fronteras detuvieron a una pareja ucraniana de unos 40 años acompañados de 6 niños, cuando trataban de cruzar la frontera con Bielorrusia. La «familia» levantó sospechas porque cuatro de ellos ni hablaban ucraniano ni parecían de ese país. Cuando se investigó a la pareja resultó que estaban fichados por la interpol por traficantes de niños, mientras que los niños eran víctimas de esos pederastas.
Después de recibir un chivatazo, los militares rusos detuvieron un tren que iba de Kiev a la ciudad fronteriza de Uzhorod que iba repleto de niños y con pocos adultos, concretamente, seis de origen ucraniano y albanés que decían, falsamente, ser profesores que escoltaban a sus alumnos para garantizar su seguridad.
-Presidente Trump: los 67 niños que iban en ese tren eran de diferentes países, pero había muchos rusos. Cuando se les entrevistó, contestaron que fueron secuestrados, los falsos profesores no pudieron acreditar que lo fueron. Esta basura está tratando de llevarse estos niños a otros países para venderlos, al saber que están siendo detenidos allí».
-Lo entiendo, los pederastas y los traficantes no merecen perdón. He intentado con todo mi empeño de acabar con ellos en Estados Unidos. Incluso la horca es poco castigo para ellos», le respondió Trump.
La llamada terminó con Putin denunciando las mentiras de que su ejército se esté comportando con brutalidad y que esté perdiendo mil soldados diarios, calificando estas noticias de «propaganda de la CIA».
