Siempre con la incapacidad de probar la mayor parte de estas crónicas, tratad de imaginar que lo siguiente haya podido ser inventado.
Diversas fuentes han contado a Real Raw News que, después de intentar sin éxito que el Alto mando militar entregara los códigos nucleares al gabinete Biden para disponer de ellos en caso de un hipotético ataque ruso, esos mismos poderes se habrían dirigido a Donald Trump implorándole que se los entregaran.
Según esta crónica, el pasado miércoles 9 de marzo, mientras el gobierno de Putin desvelaba antes el Consejo de Seguridad de la ONU el programa de armas biológicas de Estados Unidos en Ucrania, el Secretario de Defensa Lloyd Austin y otros altos funcionarios empezaron a llamar al jefe virtual del Estado Mayor norteamericano, General Berger, para ordenarle que le entregaran los códigos de acceso al arsenal nuclear. Dado que el General no les cogió el teléfono, las llamadas pasaron de ser corteses a amenazantes.
«Necesitamos el balón de fútbol ya. Putin se ha vuelto loco y debe entregar los códigos a la autoridad competente o será juzgado por traición», le dijo el secretario de estado Blinken.
Se le llama «balón de fútbol»* porque en su día ese transmisor se parecía a un bolso con esa forma, pero hoy día es más parecido a un maletín, pero su función es la misma: autorizar al Comandante en Jefe el uso de las armas nucleares. Real Raw News explica que, contrariamente a lo que se piensa, el Presidente no lleva esos códigos sino que sus asesores de guerra se turnan en llevarlo enganchados a su muñeca. Cuando Trump firmó la Ley de Insurrección, le dio ese poder a los militares, y el General Berger asumió el control de «la pelota de fútbol» y hoy día decide personalmente quién lo lleva.
El gabinete de Biden se enteró, por fin, que los militares no reconocen este gobierno como legítimo. El secretario de estado Blinken le llamó cinco veces y no le cogió el teléfono. Después lo hizo el Secretario de Defensa Austin y por último Kamala Harris (Biden no llamó). Todos ellos decían que necesitaban esos códigos en caso de que Putin estuviera planeando un ataque nuclear contra Estados Unidos.
El último mensaje de Kamala Harris al General Berger fue el sábado 12 de marzo, y según revela Real Raw News decía lo siguiente: «Lo sabéis, esos códigos son nuestros, no vuestros, y tenéis que dárselos al Presidente Biden ahora mismo». El General Berger dice que a Kamala Harris le pasa algo porque después de proferir esa amenaza soltó una carcajada. (Su risa de hiena es famosa).
Lo mejor es que, después de comprobar que los militares no les iban a entregar los códigos, los emisarios de Biden comenzaron a llamar al puesto de mando de Trump en su urbanización de Mar-a-Lago, pero ninguna de esas llamadas llegó a Trump, porque tanto Steve Bannon como Dan Scavino las contestaron, diciendo que Trump estaba demasiado ocupado como para atender el teatro del Deep State. En una posterior llamada le amenazaron si no entregaba esos códigos y les respondieron que «ni Trump ni los militares reconocen la autoridad de Biden, mucho menos sobre los códigos nucleares».
El consenso entre los asesores de Trump es que el equipo de Biden quería esos códigos para comenzar una guerra nuclear. Los patriotas están al control.
*Muchos recordaréis que durante la cumbre de seguridad de Helsinki de 2018, un día después de que terminara el Mundial de fútbol de Rusia, Putin le entregó un balón de fútbol a Trump. Ahora sabemos el mensaje codificado que encerraba.
