Seguro que ésta es una de las crónicas de Real Raw News más interesantes de los últimos meses.
Y lo es porque trata sobre la antiguamente venerada ceremonia de los Oscars y el controvertido asunto del adrenocromo entre la aristocracia del artisteo.
En el primer párrafo nos llega el primer «casi bombazo»: los militares Sombreros Blancos habían planeado una gran redada en la reciente gala pero hubo de ser cancelada por las grandes medidas de seguridad que los organizadores plantearon. La proporción de fuerzas especiales frente a agentes de seguridad era de 1 a 100, y no estamos hablando de cualquier cosa, pues los gorilas contratados portaban minimetralletas debajo de los elegantes trajes con los que vestían en la gran gala.
El segundo notición viene cuando leemos que los marines infiltrados en la ceremonia pudieron ver que a «alguno, nominados, aparte de los 168.000$ por haber sido nominados, se les daba una bolsa de regalo». ¿Qué había dentro? Pues, siempre según esta crónica, una caja color dorado, del tamaño de la funda de unas gafas, que contenía adrenocromo. Y comenta dos de los actores que recibieron ese «regalo»: Lilly Gladstone y Cillian Murphy.
Seguidamente, la crónica de RRN afirma que a la primera de las mencionadas se le ocurrió mirar en la bolsa durante la ceremonia (se entiende que mientras están sentados en la butaca) y el también actor Robert De Niro, que estaba a su lado sentado, le cogió la cajita y la volvió a meter dentro de la bolsa, diciéndole al oído que «no era el momento».
Otra de las fuentes contó a RRN que Cillian Murphy abrió la cajita en el cuarto de baño, mientras unos cuantos actores estaban esnifando cocaína, creando una «tormenta». Con total inocencia, le preguntó a uno de los actores qué era eso que contenía la cajita, a lo que le contestaron: «te llevará al cielo, pero no es para ahora, es para otro momento». Y, de hecho, en la propia cajita había una etiqueta que decía: «ábrase después de la ceremonia». Murphy desoyó el consejo, y abrió la cajita, para después volver al teatro donde se producía la entrega de premios.
En este punto, la web militar afirma sin ambages que la dirección de los Óscar regaló unas ampollas de adrenocromo entre los actores nominados que no lo conocían, para engancharlos. [¿Será que esto mismo lo vienen haciendo desde hace décadas]. Como digo, aunque los militares conocían de la existencia de tráfico de adrenocromo durante la ceremonia decidieron no intervenir por estar en inferioridad numérica, pero no desaprovecharon la oportunidad de hacerse con algunos viales, para analizarlos, y lo lograron gracias a que alguien no supo esperar y se inyectó una dosis en el cuarto de baño, dejando la jeringuilla en un cubo de basura. La conclusión al analizar los restos es que el adrenocromo venía de Ucrania, por lo que los bombardeos de Rusia han sido insuficientes para detener por completo el tráfico de esta sustancia.
