Política actual — 29 marzo, 2024 at 11:59 am

El Fiscal Garland habría amenazado con matar a los patriotas encarcelados por el asalto al Capitolio si es ahorcado

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Real Raw News ha publicado la segunda parte del juicio al Fiscal General USA, Merrick Garland, que se reanudó tras un receso debido a que el Fiscal Crandall tenía que lidiar con asuntos personales. Garland solicitó un receso de otros cuatro días para revisar libros de leyes con los que defenderse, pero Crandall le respondió que ya había tenido tiempo suficiente para documentarse.
El Fiscal Crandall abordó al detenido con mofa, al revelar que «pensaba que eran mejores a la hora de destruir documentos incriminatorios», pues durante las pesquisas en la oficina y vivienda de Garland habían encontrado un documento en el que Garland escribió su estrategia para destruir a Trump:
«Enfrentarse a Donald Trump es la misión, y seamos claros: si no nos ocupamos de él, él se ocupará de nosotros. Le enredaré tanto en litigios que deseará retirarse a jugar al golf. Lo difamaré y confiscaré sus bienes, incluyendo su preciosa finca de Mar-a-Lago. Se quedará en la ruina. Lo enterraré tan profundamente en los tribunales penales que irá a la quiebra defendiéndose. Al mismo tiempo, golpearemos a sus aliados y adherentes, particularmente MAGA y evangélicos, y haremos que se arrepientan del día en que se comprometieron a apoyarlo. Tengo la autoridad para hacerlo realidad. Después de que sufra lo suficiente y desee estar muerto, tal vez se lo conceda. Pero no antes de que entienda el verdadero significado de la palabra», leyó en voz alta el almirante.
Garland gritó que ese documento era falso, que él no lo había escrito, a lo que el Fiscal le preguntó si odiaba al Presidente Trump. «Él no es el Presidente. El Presidente es Joe Biden. ¿En qué puto mundo vive? Estoy cansado de repetirlo, Crandall».
«Si hay justicia, usted se echará una larga siesta dentro de poco», le contestó irónicamente Crandall.
En ese momento, Crandall se quitó las gafas y comenzó a hablar en tono amenazante al Fiscal. «Eric. Señor Crandall, ¿quiere usted saber quién disparó al General Smith?». [Se refiere al brutal atentado que sufrió el comandante de los Sombreros Blancos].
«¿Perdone?», le contestó el Fiscal, sorprendido.
«El General Smith. ¿Quiere usted saber quién le tendió la emboscada?».
«Dudo mucho que usted sepa algo del tema. No es su área de influencia».
«Fue Lloyd Austin. Y me lo contó todo antes de que ustedes lo mataran». [Se refiere al secretario de estado, muerto en un ataque con misiles rusos en Ucrania].
«Nosotros no matamos a Austin. Sus servicios de inteligencia no funcionan. Y que sepa que nosotros capturamos al sicario que disparó al General Smith. Y de hecho está aquí, en Guantánamo».
«¿En serio? A lo mejor a quien capturaron fue a quién nosotros quisimos que capturaran».
El Fiscal se dio cuenta de que Garland estaba intentando jugar con él y le dijo: «No voy a negociar con usted».
Garland continuó con sus amenazas de represalias contra patriotas que tienen en su poder.
«¿Ni siquiera por las vidas de los soldados e infantes de marina que escondimos donde no se pueden encontrar? Ya nos conoce, Almirante. Si algo desafortunado me sucede, Almirante, ellos lo sabrán, y los hombres y mujeres de servicio que tenemos morirán dolorosamente. Y cuando acabemos con ellos, bueno, luego están los insurrectos civiles del J6. Puede que no podamos con todos, pero si me cuelgan, también lo harán algunos de ellos, al estilo Jeffrey Epstein».
«Se está tirando un farol. Si pudiera jugar esa carta, ya lo habría hecho».
«Considere su posición con cuidado, Crandall. Libéreme a mí y a otros 32 que también están en Guam. Los demás no me importan. Consúltelo con sus superiores antes de tomar una decisión».
Garland miró fijamente al conspirador, como calibrando la veracidad de su amenaza. Acto seguido, suspendió el juicio por el momento, ordenando que el detenido fuera devuelto a su celda.
«¿Ve? He conseguido que el juicio se posponga».
El Fiscal Crandall empezó consultas con la Junta de Comandantes de los Sombreros Blancos para saber qué hacer con Garland, aunque de momento no ha trascendido el resultado de las deliberaciones.