En una reciente crónica (que en esta ocasión no traduje), Real Raw News contó que un fiscal de Washington DC detenido por haber ordenado el encarcelamiento de patriotas que estuvieron en la toma del Capitolio había revelado, en sueños, la localización del bunker donde se esconde a esos seguidores de Donald Trump. El lugar es una antigua base militar, situada en una isla Aleutiana, cerca de Alaska.
Después de hacer un seguimiento vía satélite de las actividades en esa base supuestamente abandonada, el General Smith ordenó a sus Fuerzas Especiales organizar un operativo compuesto por paracaidistas, para tomar la base y liberar, en el caso de que se encontraran allí, a los prisioneros.
La crónica de Real Raw News describe con detalle cómo fueron «dados de baja» la media docena de agentes del Departamento de Seguridad Interna que custodiaban a la veintena de patriotas, y cómo fueron transportados en avión hasta la base de Anchorage, en Alaska, desde donde habrán sido llevados a sus casas. Muchos de ellos habían sido torturados, y al menos una de las cuatro mujeres confinadas, violada.
