Real Raw News ha publicado la crónica de lo que verdaderamente sucedió, entre bastidores, en la tumultuosa reunión del presidente ucraniano con los máximos mandatarios de Estados Unidos, Trump y Vance, hace apenas unos días.
En principio, se iba a tratar (como han comentado los medios de comunicación oficiales) sobre la cesión de la explotación de los minerales raros del subsuelo ucraniano, a cambio de la ingente ayuda económica que Estados Unidos ha prestado a este país durante la guerra con Ucrania.
Lo que de verdad sucedió es que antes de la reunión la jefa de gabinete de Trump, Suzie Wiles, una nota «sólo para Zelensky» escrita por Donald Trump minutos antes, en la que le aclaraba que no sólo tendría que entregar a Estados Unidos el control de sus minerales para conseguir la paz sino también a los pederastas de alto nivel refugiados en su país, y los niños norteamericanos secuestrados.
En el siguiente párrafo, RRN recuerda las diferentes crónicas publicadas en este mismo medio sobre operaciones conjuntas ruso-norteamericanas para liberar a niños traficados en Ucrania, enfatizando que el propio Zelensky es un pederasta que tiene un «harén» de niños y niñas prostituidos en el sótano de su casa. La nota aclaraba que si rehusaba las condiciones referentes a los niños, de nada valdría que entregara el control de los minerales.
Antes de entrar a la reunión, Zelensky negó rotundamente colaborar con las redes de tráfico de niños y se defendió diciendo que esas informaciones eran «propaganda rusa».
Pero Trump disponía de fotografías de Zelensky llevando a niños con los ojos vendados a su casa así como de instalaciones donde se produce adrenocromo y, en compañía de Vance, se las mostró antes de entrar a la reunión. El presidente ucraniano aseguró que esas imágenes habían sido creadas por Putin usando Inteligencia Artificial.
Según las fuentes de RRN, Trump no se creyó la defensa de Zelensky y le advirtió que «si no aceptaba sus condiciones, no habría tratado de paz y que ENTRARÍAMOS EN UCRANIA, ARRESTARÍAMOS A LOS PEDERASTAS Y NOS LLEVARÍAMOS A LOS NIÑOS A CASA».
Estaría sería la coherente explicación al malhumorado estado con el que Zelensky apareció en la reunión frente a las cámaras.
La crónica termina diciendo: «el acuerdo de paz con Ucrania pasa por la devolución de los niños, los hijos de Dios, que todavía están en aquel país».
“I can tell you this,” our source said, “any done deal must include the return of our children, God’s children, still in Ukraine.”
